sagastia-jpg

Hace pocos días salió publicado en el Boletín Oficial de Gipuzkoa la Orden Foral para la convocatoria de ayudas 2013 para la plantación, mantenimiento, mejora y desarrollo del manzano de sidra. Aunque en los últimos años es palpable el paulatino incremento de la producción de manzana de sidra autóctona, el camino recorrido ha sido largo.

Comenzó en la década de 1980 cuando el panorama del sector de la sidra era calificado en aquélla época como “desolador”, al no disponer de manzana autóctona y tenerla que adquirirla en Normandía. Fue entonces cuando se aprobaron las primeras subvenciones para el plantío de manzanos de sidra y se fomentaron los trabajos de investigaciones en las fincas experimentales de Zubieta y Zalla. Posteriormente, llegaron los cursos de formación teórica y práctica para el cuidado de los árboles.

La experiencia viene demostrando que para obtener un producto de calidad es fundamental la materia prima. Conscientes de esta realidad, baserritarras y productores de sidra han apostado por plantar manzanos de sidra; concretamente, unos 45.000 en el último trienio.

Expertos en la materia dicen que es ésta una inversión con futuro porque, en su opinión, generará beneficios en un plazo de tiempo más o menos corto.