Hoy podríamos asegurar que nuestra sidra es un producto insustituible, símbolo de nuestra cultura, gastronomía, promoción turística, así como fortaleza socioeconómica de Euskal Herria. Hasta hace poco la producción y comercialización han sido regidas por criterios tradicionales, producíamos un producto artesanal, sin mucho control en su proceso productivo haciendo que la calidad de la sidra dependiese de factores aleatorios, de prueba error, en definitiva, elaborábamos con los criterios que la naturaleza nos había enseñado con el paso de los años.
Gracias a nuestros antepasados, su experiencia y gracias a toda esa gente joven que se ha dedicado a investigar hoy tenemos mayor conocimiento del porqué hacían las cosas de esa manera, simplemente aplicamos el conocimiento del siglo XXI.
De tener una sidra artesanal donde su potencial de calidad dependía por factores aleatorios y por transformaciones de los diferentes microorganismos durante la fermentación 10 años después hemos pasado a tener una sidra natural, más respetuosa con el “Terroir” con el potencial de la manzana, sus distintos aromas en función de la fecha de cosecha y equilibrio en boca. Podríamos decir que cada sidrería tiene su estilo de sidra bien definida en función de su criterio o en función del criterio del gusto del consumidor.
A todo esto debemos sumar el esfuerzo de organismos como el laboratorio de Fraisoro o la Denominación de Origen Euskal Sagardoa (DO). Ambos organismos nos han ayudado internamente como externamente, Fraisoro desde su laboratorio certificado, poniendo apunto analíticas que nos ayudan a interpretar de una manera más ágil todo lo que ocurre alrededor de la manzana y sidra y creando un panel sensorial certificado para que todos podamos ofrecer sidras no solo de calidad, sino que excelentes. La D.O ha apostado fuerte por una economía circular, apuesta por el agricultor, sidrero y ofrecer un producto local de la máxima excelencia para el consumidor y aportar a la sidra el valor que se merece.
Continuamos avanzando, nuevas generaciones van tomando terreno, nuevas inquietudes, visiones más amplias, creatividad y con ganas de diversificar, ahora nos toca trabajar unidos a ellos, crecer, crear, en la manzana el conocimiento es nuestro y debemos estar atentos a nuevas oportunidades, la sidra en el mundo vive un boom global con un consumo que en los últimos 10 años se multiplica por diez, (Sagardun ya nos lo ha enseñado en su concurso internacional de sidras) en busca del público “Millenial”. Existen razones para ponerse de moda: un bajo contenido alcohólico y también calórico al ser un fermentado de fruta y no de cereal como la cerveza. En definitiva, es una bebida que gusta a casi todo el mundo que supuestamente quiere beber menos y más saludable.
Tenemos camino para recorrer, recordar que el conocimiento de la manzana es nuestro y debemos caminar unidos, con sinergias con terceros para poder crecer de una manera calmada, equilibrada, aportando valor y situarla donde se merece.
Autor: Xabier Kamio Aizpurua
Fuente: Sagardoaren Lurraldeako 2020 Urtekaria