La sidra ha jugado un papel importante en el desarrollo económico de Euskal Herria. Durante siglos, los ríos Urumea y Oria han sido fuente de vida para la comarca, desarrollando incluso tecnología punta de la época para la construcción de barcos. Hoy en día la sidra vasca sigue siendo el motor de la economía de la zona, no solo a través de su producción, sino mediante el desarrollo y promoción turística de todo lo relacionado con el mundo de la sidra, cuya esencia se recoge en la celebración del rito del txotx en las sidrerías.

La sidra es un producto relacionado estrechamente con idiosincrasia vasca y seña de identidad de nuestra cultura gastronómica, aunque a día de hoy se desconoce cuándo comenzó a ser elaborada en nuestros caseríos.

La elaboración de este producto ha vivido muchos vaivenes a lo largo de la historia, siendo motor de la economía en algunos momentos y estando a punto de desaparecer en otros. No obstante, siempre ha renacido de sus propias cenizas reinventándose y adaptándose a las necesidades de cada momento. En esta coyuntura el valle del Urumea fue uno de los pocos lugares en las que la sidra continuó teniendo importancia económica para los habitantes de la zona. Tanto es así, que a comienzos del siglo XX las sidrerías se pusieron de moda hasta que en la década de 1950 entraron nuevamente en crisis, y estuvieron a punto de desparecer en 1966. Pero una vez más, el rito del txotx ha conseguido cautivar y enamorar a visitantes de todo el mundo, y el sector, nuevamente, se ha convertido en un motor económico en Gipuzkoa.

Producción de sidra natural
Actualmente, la producción de una sidra de calidad, el fomento y protección de las variedades de manzana autóctonas y la obtención de una Denominación de Origen para la sidra vasca son las grandes apuestas del sector primario y las instituciones. En ese sentido, la Diputación Foral de Gipuzkoa está apostando por el fomento del cultivo de manzanas autóctonas y cuenta con un programa de subvención destinada a la plantación de manzanos de sidra para proveer de manzana autóctona a los sidreros.

Como resultado de estos esfuerzos, en los últimos siete años se han plantado más de 100.000 manzanos. Además, la Diputación Foral de Gipuzkoa recientemente ha publicado el libro “Cien años de la Comisión Especial de Pomología de Gipuzkoa” escrito por la historiadora del Museo Sagardoetxea Lourdes Odriozola, y en el que describe la labor realizada durante un siglo por la Diputación en el ámbito de la manzana para sidra. Desde que el 31 de agosto de 1916 se pusiera en marcha la Comisión Especial de Pomología hasta hoy, sin olvidar el contexto previo.

Recientemente, además (septiembre del 2016), las asociaciones de productores y elaboradores de sidra natural de Euskadi, han registrado en el Gobierno Vasco la petición de creación de la Denominación de Origen Protegida “Euskal sagardoa / Sidra natural del País Vasco”. El objetivo principal de la creación de la D.O. es la dignificación del producto producido y elaborado en el País Vasco y la creación de un marco común de trabajo entre las distintas Asociaciones y Administraciones. Con esta petición, el sector fortalece su apuesta de los últimos años, en defensa de la manzana local; de una producción y sagardoa de calidad y origen certificada; y espera que cuanto antes se pueda ver en el mercado las primeras botellas con el distintivo de “Euskal Sagardoa”.