La sidra se convirtió en la bebida predilecta de los cazadores de ballenas guipuzcoanos a partir del siglo XVI por dos motivos: saciaba la sed y evitaba la enfermedad del escorbuto, tan habitual en las largas singladuras. Con esa premisa, Sagardun, Ondartxo y el Aquarium han lanzado una propuesta turística para este verano: ‘Sagardoaren lurraldea’ (Territorio de la sidra), que une la cultura de arrantzales con la de sagardogiles.

Se trataría de contratar una visita guiada a través de la web www.sagardoarenlurraldea.com que comenzaría a mediodía en la Sagardoetexea (Museo de la Sidra en Astigarraga), continuaría con una comida en una de las quince sidrerías incluidas en la propuesta, un paseo por la bahía en el barco Ciudad de San Sebastián, otro por la bahía de Pasaia con visita al Centro de Cultura Marítima Ondartxo y al astillero de ribera Albaola en Pasai Donibane, y final en el Aquarium, donde se recibirá información sobre la caza de ballenas y un recorrido libre por el Museo del Mar.

La oferta comenzará el próximo día 26 y finalizará el 30 de septiembre. Será todos los días excepto los lunes. El precio aproximado rondará los 50 euros para adultos y 30 para los menores. Habrá que realizar las reservas a través de la página web, que ha creado un fondo informativo excepcional. Este sitio virtual permite planificar una jornada «de doce del mediodía a siete de la tarde», según señaló a este periódico José Mari Alberro, director de Sagardoetxea.

Trabajo de documentación
La presentación de esta innovadora oferta turística, cultural y gastronómica, la realizaron ayer a mediodía en el Aquarium Andoni Gartzia, presidente de Sagardun; Xabier Agote, de Albaola, y Vicente Zaragüeta, del Aquarium, en presencia de varios sidreros colaboradores. Gartzia destacó «lo duro que se ha trabajado para documentar la presencia de la sidra en los barcos balleneros», labor que ha corrido a cargo de la historiadora Lourdes Odriozola, y apostó por el éxito de esta nueva experiencia turística.

Zaragüeta aseguró que «aquella sidra no tendría la calidad de la actual, sería ‘pitarra’ como la que nos daban de niños», ensalzó la idea de Sagardun y agradeció que se incluya al Aquarium en este recorrido.

Agote recalcó el papel «fundamental»de la sidra en los balleneros a partir del descubrimiento de América. «Cuando las singladuras se hicieron mucho más largas, -dijo- sustituía al agua, que se pudría, y además evitaba el escorbuto». Recalcó que había bajeles que transportaban hasta 50.000 litros, «lo que supuso el aumento de la producción de sidra y su expansión como bebida vasca tradicional».

Alberro calculó que «si cada año vienen unos 10.000 visitantes al Museo de la Sidra de Astigarraga, que el primer verano lo hicieran un 25%, unas 2.500 personas, sería todo un éxito». «Imagino que según se vaya conociendo esta actividad irá creciendo la cifra de inscritos a esta oferta turística para los visitantes que lleguen a Donostia», añadió.

Fuente: El Diario Vasco