En esta época, las tareas a realizar son las siguientes:

MARZO

SUELO-FERTILIZACIÓN Es el momento para realizar la fertilización de la plantación.  En este mes es aconsejable aportar, si es necesario,  todo el fósforo, el potasio y el magnesio. También aportaremos el 50% del nitrógeno.

Así mismo, hay que cortar la hierba o aplicar herbicida alrededor de los árboles.

En caso de necesitar aportar cal, a partir de ahora debe ser en forma hidratada o cal muerta.

CONDUCCIÓN DEL ÁRBOL Continuar con la poda. En árboles jóvenes realizaremos una poda de formación según el sistema que hayamos elegido. En árboles adultos realizaremos una poda de fructificación a la vez que buscaremos una buena aireación  y luminosidad.

Terminar de plantar.

Este mes es el adecuado para realizar el injerto de púa una vez que la savia comience a moverse. PLAGAS Y ENFERMEDADES Cuando se muevan las yemas, trataremos la plantación con cobre para eliminar el máximo posible de hongos de chancro, monilia, moteado y otros.

Podemos utilizar cobre en sus diferentes preparaciones, ya sea en forma de Hidróxido, Oxicloruro, Óxido o como parte del Caldo Bordelés.

ABRIL- MAYO

SUELO- FERTILIZACIÓN En caso de no haberlo hecho anteriormente, controlar la hierva.

A final de mayo, si la floración ya ha terminado, aplicaremos el 50% de nitrógeno restante de aplicar. CONDUCCIÓN DEL ÁRBOL Es la época de la floración. Las intervenciones sobre los árboles a nivel de conducción han de ser mínimas o nulas para no entorpecer el proceso de polinización y cuajado. PLAGAS Y ENFERMEDADES A comienzos de mayo es necesario colocar una trampa con feromonas para así poder conocer cuando hace su aparición la  carpocapsa y determinar de esta forma cuando debemos tratar contra esta plaga.

Tras la floración, si observamos la presencia de brotes atacados por  pulgón, habrá que plantear la realización de un tratamiento, especialmente en árboles jóvenes en formación.

Es conveniente realizar alguna aplicación fungicida aprovechando los tratamientos contra pulgón y carpocapsa para evitar que las hojas queden muy dañadas y que los frutos no puedan alcanzar un buen calibre.

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Artículo publicado en el Boletín 46 de Sagardoaren Lurraldea
Artículo: Aitor Etxeandia SAGARLAN S.L. Fruitugintzan aholkularia
Fotografías: Sagardoaren Lurraldea