Un lagar con más de 400 años de antigüedad será recuperado, restaurado y vuelto a montar gracias a las manos de jóvenes estudiantes de tres centros de formación profesional de Gipuzkoa, Navarra y Lapurdi. El proyecto se ha llevado a cabo gracias a la iniciativa “Dolareak” que ha sido impulsada por la Fundación Peio Martikorena en colaboración con el Ayuntamiento de Astigarraga y tres centros educativos y co-financiada por la Eurorregión Nueva Aquitania Euskadi Navarra.

Durante la presentación que se ha llevado a cabo hoy en el almacén municipal de Astigarraga, un grupo de estudiantes de formación profesional CIF Donibane (Navarra), EASO Politeknikoa (CAV) y Fédération Compagnonnique (Nueva Aquitania) ha mostrado en vivo los trabajos de restauración del lagar de sidra del caserío Erbetegi-Etxeberri de la localidad, una antigua pieza del siglo XVII que ha sido conservada durante años y que hoy ha vuelto a la vida gracias al proyecto “Dolareak”.

En la presentación han participado el alcalde de Astigarraga Xabier Urdangarin, la gestora de proyectos de Ciudadanía de la Eurorregión Marie Heguy-Urain y el profesor de estructuras de madera del centro Compagnons du Tour de France Iban de la Fuente. Según ha explicado el alcalde, el proyecto “Dolareak” tiene 3 objetivos principales: “Recuperar y restaurar antiguos lagares, trasmitir a los jóvenes los oficios tradicionales de carpintería a través de la formación y fomentar la cooperación transfronteriza en Euskal Herria a través de un programa multilingüe”.

“Esta es la continuación de un viaje que comenzó hace 5 siglos, pero esta no es su última estación. Desde el Ayuntamiento esperamos que este sea el comienzo de una colaboración fructífera”, ha asegurado el primer edil.

Por su parte, la responsable de la Eurorregión Nueva Aquitania Euskadi Navarra ha subrayado que “este es un buen ejemplo de un proyecto que cumple nuestros objetivos, porque impulsa el desarrollo económico, social y cultural a ambos lados de la muga al tiempo que pone el foco en el patrimonio y la educación mediante la colaboración transfronteriza”. 

Iban de la Fuente, del centro Compagnons, será uno de los profesores encargados de dirigir y formar a los estudiantes que participarán en las labores de montaje y restauración del lagar. “Aunque cada vez se construye más con madera, la madera antigua se reutiliza muy poco. Se corta y se echa al fuego. Las maderas antiguas cuentan una historia, tienen una vida y el material tiene una gran importancia”, ha señalado.

El caserío Erbetegi-Etxeberri estaba dividido en dos viviendas, habitadas por las familias Goikoetxea e Izeta. Es el único lagar conocido que se conserva de doble eje y con una matxaka o trituradora que se accionaba con fuerza animal. La prensa funcionaba a mano, y para ponerla en marcha se necesitaban cuatro personas en cada eje. En el caserío se trituraban y prensaban las manzanas y la mayor parte del mosto resultante se trasladaba a Donostia – San Sebastián para su comercialización en los bares. En cada prensada se llenaba un barrikote, y una vez que la sidra estaba lista se invitaba a los vecinos a degustarla tocando la txalaparta. Precisamente, la familia Goikoetxea fue una pieza clave en la preservación y la recuperación de este instrumento de percusión, y de ellos aprendieron grandes músicos como Juan Mari Beltrán y los hermanos Joxean y Jesus Mari Artze.  

Serán los estudiantes de los citados centros quienes le devuelvan la vida, después de haber estado varios años guardado como un tesoro. “Aprenderán a entender la madera antigua. La limpiarán para evaluar en qué estado se encuentra y le aplicarán un tratamiento a modo de protección. También analizarán cómo se colocaba la madera en un lagar de sidra y se les enseñará a trabajar la madera antigua. Queremos transmitirles ese conocimiento, porque hoy en día la madera se trabaja con herramientas modernas, pero la madera antigua hay que trabajarla a mano”, ha añadido el profesor.

Una vez montada la prensa o lagar, se realizará una datación de la madera para conocer los entresijos de su pasado, y se llevará a cabo un escaneo digital en 3D, que se utilizará como recurso pedagógico en los materiales formativos del futuro. “Gracias a ‘Dolareak’, recuperaremos una pieza esencial de nuestro patrimonio relacionado con la sidra, un producto con mucho arraigo en nuestra cultura y especialmente en Astigarraga, en el que la madera jugaba un papel muy importante aunque cada vez se utiliza menos en favor del acero inoxidable”, ha asegurado el profesor.