La sidra: un tesoro local

El decenio de 1880 marca un hito en la historia del cultivo del manzano y de la elaboración de la sidra con la modernización y la aplicación de los principios defendidos por la “Nueva Agricultura” o agricultura científica. Se quiere transformar el sector para hacerlo rentable económicamente y competitivo en el extranjero.

La publicación de los trabajos científicos de Severo Aguirre-Miramón y Vicente Laffitte sirve para tomar conciencia de los problemas, atraso y abandono en el que se encuentra el sector. Los dos agrónomos son pioneros en la defensa de la innovación y la aplicación de la ciencia en los manzanos y la producción de la sidra. Además, algunos de sus planteamientos son recogidos en la política agraria de la Diputación de Gipuzkoa.

La Diputación hace un loable esfuerzo para el impulso y desarrollo de los manzanales con la puesta en marcha de un ambicioso plan para la renovación del sector. Consiste en el establecimiento de la estación pomológica y la sidrería experimental de Fraisoro (1910-1911), la apertura de la escuela sidrería de Fraisoro (1912), la creación de la Comisión Pomológica (1917) y la publicación de libros y cuadernillos para formar e instruir a los agricultores. Estas medidas quedan en suspenso durante el Franquismo, para posteriormente ser nuevamente retomadas.

Las empresas sidreras son individuales y en ellas trabajan a lo sumo tres personas. Por lo general, están situadas en los bajos del domicilio familiar, no tienen una gran infraestructura y la maquinaria empleada es obsoleta. Las mejoras únicamente se limitan a la introducción de matxakas (trituradoras) y prensas mecánicas. Hay en Gipuzkoa unos 600 lagares productores de sidra, que entre 1917 y 1921 producen una media anual de unos 90.000 hectolitros.

Sidrería Arzallus de Ergobia. Autor: Jokin Mitxelena.

Por lo general, la sidra se consume en el mercado local o provincial; es decir, al pie de las kupelas (toneles) o embotellada en los domicilios particulares. Se caracteriza por tener una densidad muy baja (entre 1001 y 1003) y una dudosa calidad. Rara vez es vendida en otros lugares o se exporta.

Consumo de la sidra en jarras. Fuente: Kutxa Fototeka.

Sirviendo sidra desde la canilla. Fuente: Centro de Documentación de Sagardoetxea.

Pocos son los productores de sidra que apuestan por la innovación para captar nuevos consumidores y así ampliar sus negocios. Cuatro productores de Oiartzun, Mutriku, Usurbil y Astigarraga se aventuran a fabricar un nuevo producto: la sidra espumosa. Son la gran excepción dentro del sector.

¿Sabías que?

  • 1921 fue un año de mala cosecha de manzana. Tanto es así, que en Hernani se dieron de baja 16 sidrerías y en Lasarte 7.
  • El oiartzuarra Félix Mitxelena se dedicó única y exclusivamente a la fabricación de sidra espumosa; el 20% lo vendía en la península y el 10% en el extranjero.
  • En 1916 la Comisión Especial de Pomología de la Diputación de Gipuzkoa publicó el “Álbum Pomológico” para inventariar, proteger y fomentar el cultivo las variedades de manzana sidreras autóctonas.
  • La Compañía Illarramedi y Cía. comercializó una sidra achampañada con la marca Osasuna.
  • Astigarraga, Hernani y Mutriku eran los principales centros de producción sidrera de Gipuzkoa con 509.800, 230.500 y 301.840 litros respectivamente.
  • En la década de 1920 se produjeron unos 30 millones de litros de sidra en Gipuzkoa.
  • 1921 fue un año de mala cosecha de manzana. Tanto es así, que en Hernani se dieron de baja de 16 sidrerías y en Lasarte 7.
  • En 1923 Martín Berrondo fue el mayor productor de sidra d Astigarraga. Elaboró 162.000 litros en su sidrería del barrio de Ergobia nº 9.
  • En la década de 1930 la sidra embotellada era suave, llevaba una sencilla etiqueta y se vendía a 0,60 ptas. la botella.
  • En 1939 el carro de manzana se vendía a 25 pesetas.