Las sidrerías de Astigarraga

Astigarraga fue uno de los pocos lugares en los que la producción de sidra sobrevivió, quizá, porque era su única “industria”. Era habitual ver a los cosecheros transportando su sidra desde los caseríos hasta los centros urbanos de Astigarraga y Donostia para su venta.

En esta época nació un nuevo concepto de sidrería. Se transforman en lugares de esparcimiento y ocio. Servían la sidra a canilla y vaso y vaso. Era habitual encontrar en ellas “bertsolaris” o cuadrillas jugando a la toca o a los bolos en su exterior. La gente se acercaba a la comarca del Urumea utilizando el tranvía y el ferrocarril.