Sagardoaren lurraldea

Curiosos museos aguardan en algún rincón para sorprender al visitante

Descripción

Oficios antiguos, personajes históricos o especies animales; estos y otros muchos temas tienen un espacio en algún rincón de Euskal Herria. Se trata de museos menos convencionales que son, al mismo tiempo, deleite de visitantes avanzados en la materia y una iluminación para curiosos siempre dispuestos a descubrir nuevos horizontes. Un paseo por algún pueblo puede acabar en un taller de alfarería o en la casa de los antecesores de Simón Bolívar.

gallarta museo guggenheim museo sagardoetxea museo zumalakarregi

Ficha

  • Fuente: Euskadi
  • Fecha: 2009-04-20
  • Clasificación: 6.5. Museos
  • Tipo documento: Prensa
  • Fondo: Sagardoetxea fondoa
  • »
  • Código: NA-009326

Texto completo

Oficios antiguos, personajes históricos o especies animales; estos y otros
muchos temas tienen un espacio en algún rincón de Euskal Herria. Se trata
de museos menos convencionales que son, al mismo tiempo, deleite de
visitantes avanzados en la materia y una iluminación para curiosos siempre
dispuestos a descubrir nuevos horizontes. Un paseo por algún pueblo puede
acabar en un taller de alfarería o en la casa de los antecesores de Simón
Bolívar.
El panorama museístico de Euskal Herria se extiende mucho más allá del
omnipresente Guggenheim de Bilbo. De hecho, hay quien piensa que el
placer se encuentra en los detalles y, de ser así, en los pequeños museos
que se pueden encontrar en pueblos y ciudades hay curiosos temas
dispuestos a causar el asombro del público.
El tema más recurrente de estos centros es el relacionado con profesiones;
algunas, antiguas, y otras que se mantienen pero que para alguna persona
que no conozca cómo funcionan desde dentro resultan igual de
interesantes. Un centro creado con el objetivo de preservar del olvido el
oficio milenario del alfarero y de dar a conocer la cerámica popular vasca es
el Museo de Alfarería Vasca. Este lugar es tan interesante por su contenido
como por el enclave. Situado en Elosu, Araba, el edificio es una antigua
ollería rehabilitada. A pesar de que fue construida en 1711, debido a las
obras de construcción del embalse Urrunaga del año 1958, las tierras se
inundaron y los alfareros se vieron obligados a abandonar su oficio ya que
quedaron sin su materia prima, la arcilla. Como muestra queda la vieja
ollería, con un horno antiguo adosado. En su interior está la colección
permanente de cerámica vasca antigua compuesta por 380 piezas utilizadas
desde el siglo XVI en adelante. La visita también incluye el paso por el
horno antiguo y los talleres. Es aquí donde se puede ver a los alfareros
trabajar y se reciben explicaciones sobre técnicas y métodos de trabajo.
La minería es otro oficio con amplia historia y cultura. Dentro del museo de
la Minería de Gallarta (Bizkaia) hay todo tipo de piezas, herramientas,
maquinaria y documentación que estuvieron en su día en las explotaciones
de hierro y que hoy sirven para dar una idea del funcionamiento. Entre los
materiales del museo destaca la colección de vagonetas y vagones de
transporte de mineral.
La gente que se dedicaba a las almadías tienen un museo en Nafarroa,
concretamente en Burgi. La almadía era una balsa formada por varios
tramos de maderos de idéntica longitud amarrados para conducir la balsa
por el cauce del río y poder transportar así la madera de los bosques.
Este museo muestra cómo funcionaba esta forma de vivir tan extendida en
los valles de Erronkari, Zaraitzu y Aezkoa.
Entre la sidra y la pesca
La producción de sidra y la pesca son dos actividades de las que nos
beneficiamos todo el año. Sin embargo, puede ser que el proceso de trabajo
que conllevan resulte ajeno. Por eso, a pie del manzanal o desde el puerto
de Bermeo hay solución para quien tenga curiosidad. Astigarraga acoge la
Sagardoetxea que muestra a través de paneles informáticos, material
interactivo, fotografías y juegos la historia del mundo de la manzana, la
sagardoa y su importancia cultural en Euskal Herria. La Torre Ercilla, en el
puerto bermeotarra, está dedicada exclusivamente a mostrar a los
visitantes el ámbito, vida y trabajo de los arrantzales.
El mayor placer
Aunque los oficios son representativos del país, una de las cosas que sin
duda caracteriza a Euskal Herria es su gastronomía. Para esto también hay
museos. Laudio (Araba) acoge el Museo Vasco de Gastronomía que se
centra directamente en el pasado y el presente del arte de cocinar. Para eso
trata las diferentes etapas con herramientas antiguas y los detalles de la
cocina.
El dulce es otro de los aspectos gastronómicos que derrite paladares.
Biarritz tiene un centro dedicado en exclusiva al chocolate. Este museo
ofrece al visitante un recorrido por los secretos y las historia del chocolate a
lo largo de sus más de 3.000 años de historia desde el dios azteca
Quetzalcóatl hasta las modernas industrias productoras de chocolate.
El cierre de la confitería Xaxu también sirvió para crear un museo. Situado
en Tolosa, recoge elementos de trabajo empleados por los confiteros desde
la elaboración tradicional hasta la introducción de la electricidad. La
importancia de la colección radica en su riqueza etnográfica, aseguran.
Localidad natal
Otras propuestas curiosas son las que abordan la vida de una persona. El
edificio que alberga estas muestras suele estar relacionado con el lugar de
nacimiento o la procedencia del personaje. Así, como ya anuncia el nombre
de la localidad vizcaina Ziortza-Bolibar, los antepasado de Simón Bolívar El
libertador. En el caserío Errementarikua se encuentran las colecciones que
hablan sobre cómo transcurría la vida en Euskal Herria en la Edad Media y
de la trayectoria personal y política del Libertador.
Otro personaje con museo propio es el general Tomás Zumalakarregi que
también toma como eje la vida del general carlista para explicar su época.
Está en Ormaiztegi y cuenta con materiales de la historia vasca de los siglos
XVIII-XIX y más de 6.000 objetos, documentos y publicaciones relacionado
con la época y Zumalakarregi. Lizarra, en Nafarroa, tiene asimismo un
museo dedicado exclusivamente al carlismo.
Los seres vivos también tienen sus centros, como la Exposición Permanente
Mariposas del Mundo de Irun. Con cerca de 7.000 ejemplares, el museo se
divide entre una explicación de la vida de estos seres, los especies del
Estado y las del resto del mundo.