Crean un material con memoria de forma usando poliuretano y celulosa bacteriana
Descripción
Sociedad Memoria de forma Eitb.eus 25/06/2019 Un grupo de la UPV/EHU ha optimizado el proceso de biosíntesis de celulosa bacteriana empleando residuos de la producción de sidra como alimento. En una investigación del grupo Materiales+Tecnologías del Departamento de Ingeniería Química y del Medio Ambiente, y el Departamento de Biología Celular e Histología, (ambos de la UPV/EHU) han desarrollado un material con propiedades de memoria de forma activada por agua.
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Ficha
- Autor: EITB
- Fuente: Eitb
- Fecha: 2019-06-25
- Clasificación: 2.1. Sidra
- Tipo documento: Prensa
- Fondo: Sagardoetxea fondoa »
- Código: NA-008943
Texto completo
Un grupo de la UPV/EHU ha optimizado el proceso de biosíntesis de celulosa bacteriana empleando residuos de la producción de sidra como alimento.
En una investigación del grupo Materiales+Tecnologías del Departamento de Ingeniería Química y del Medio Ambiente, y el Departamento de Biología Celular e Histología, (ambos de la UPV/EHU) han desarrollado un material con propiedades de memoria de forma activada por agua. Han obtenido la celulosa mediante biosíntesis bacteriana, empleando residuos de la producción de sidra como fuente de alimentación de los microorganismos.
La revista Carbohydrate Polymers ha publicado recientemente un trabajo de investigación llevado a cabo entre el grupo de investigación Materiales+Tecnologías del Departamento de Ingeniería Química y del Medio Ambiente de la Escuela de Ingeniería de Gipuzkoa y el Departamento de Biología Celular e Histología de la Facultad de Medicina y Odontología (ambos de la UPV/EHU). El resultado de ese trabajo ha sido un material híbrido y biocompatible, con propiedades de memoria de forma, es decir, "con la capacidad de recuperar su forma original bajo la aplicación de un estímulo externo (en este caso, agua)", explica Leire Urbina, miembro del grupo Materiales+Tecnologías y primera autora del trabajo.
Esta cualidad convierte el material en muy apropiado para "aplicaciones biomédicas, como la liberación controlada de medicamentos, la ingeniería de tejidos, etc. Se podría introducir en el cuerpo el material deformado, y así requerir de una cirugía mínimamente invasiva. Después, al entrar en contacto con la humedad del organismo, se activaría y recuperaría su forma original", comenta la investigadora.
El material compuesto consta de dos componentes. El primero es el poliuretano, "es el que presenta memoria de forma", detalla. Pero la doctora Urbina destaca la utilización del segundo componente, la celulosa bacteriana: "Utilizamos un porcentaje muy pequeño de celulosa, menor del 2 %, pero esa cantidad mejora notablemente las propiedades del material final: la celulosa hace que sea un material más rígido y resistente, y mejora considerablemente la capacidad de volver a su forma original".
Los estudios de biocompatibilidad han arrojado también buenos resultados, lo cual dota a este material para ser utilizado en el campo de la biomedicina.
Beneficios de los residuos de sidra
"En la producción de sidra, aproximadamente el 30% de la manzana utilizada queda como residuo, por lo que su utilización como fuente de carbono para el crecimiento bacteriano supone una revalorización del residuo para la obtención de materiales de alto valor añadido", destaca la investigadora.
Esta medida da respuesta a uno de los mayores retos de la tecnología de polímeros bacterianos, que es el encontrar fuentes de carbono adecuadas y baratas que se puedan emplear como sustratos para lograr producciones industriales a gran escala y que resulten competitivas con los polímeros derivados del petróleo.