Sagardoaren lurraldea

"Sagartzi harrikatze".

Descripción

"Sagartzi harrikatze" es una expresión utilizada en la zona de Sara. Aparece en obras de descripción de la mitología y leyendas del País Vasco, en especial en las escritas por Joxe Miguel Barandiaran. Etimológicamente se descompone en: - SAGARTZE: manzano, planta de manzano. - HARRIKATZE: cargar de piedras.

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Ficha

  • Autor: Sagardoaren Lurraldea
  • Fuente: Sagardoaren Lurraldea
  • Fecha: 2016-05-04
  • Clasificación: 6.2. Euskara
  • Tipo documento: Blogs
  • Fondo: Sagardoetxea fondoa
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  • Código: NA-008643

Texto completo

«Sagartzi harrikatze” es una expresión utilizada en la zona de Sara. Aparece en obras de descripción de la mitología y leyendas del País Vasco, en especial en las escritas por Joxe Miguel Barandiaran.

Etimológicamente se descompone en:
– SAGARTZE: manzano, planta de manzano.
– HARRIKATZE: cargar de piedras.

Confusión posible con “Harrikatu”: tirarle piedras, pero no tendría sentido apedrear a un árbol, a no ser que derivara de rituales remotos de apedreamiento de un animal o incluso personas, como símbolo de alejamiento de los malos espíritus, rito exorcista para expulsar el mal de la comunidad.

Pensamos que corresponde a una práctica agrícola muy antigua, y no tanto a un ritual exotérico. Cuando el árbol está todavía joven, en su periodo de formación, de 3 a 7 años, consiste en colgar piedras en la extremidad de las ramas principales para abrir el ángulo de anclaje de las mismas con el tronco.

Otra variante es colocar una losa entre las tres o cuatro ramas principales, cambiándola por más grandes a medida que cogen fuerza la ramas principales. Está descrito en tratados agrícolas como el de Theophraste (4o AC.) en su obra De Historia Plantarum.

Efectivamente, un agrónomo francés, LESPINASSE, muy famoso en el mundo frutícola, demostró en la última parte del siglo XX que el arqueo de las ramas frenaba su producción de madera en beneficio de la generación de flores con los consecuentes frutos. Ello es debido a la ralentización de la circulación de la sabia, cuya dirección natural es la verticalidad para privilegiar el crecimiento apical (hacia el sol), el ángulo ideal para generar yemas de flor es 60°.

En las fotos vemos ejemplos “caseros” aplicados a un albaricoque, un manzano, un cerezo.

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Artículo: Dominic LAGADEC (Txopinondo sagarnotegia)
Fuente: Boletín 42 de Sagardoaren Lurraldea
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