Gastronomía y turismo cultural, un buen maridaje
Descripción
El buen tiempo y el ambiente agradable con el que mayo comienza a despedirse para ir abriéndole camino a un verano cada vez más próximo, invitan este 'finde' a salir de casa para perderse o encontrarse por cualquier punto del mapa de la región.
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Ficha
- Autor: PABLO A. MARÍN ESTRADA
- Fuente: El Comercio
- Fecha: 2019-05-24
- Clasificación: 6.7. Pueblos
- Tipo documento: Prensa
- Fondo: Sagardoetxea fondoa »
- Código: NA-008558
Texto completo
El buen tiempo y el ambiente agradable con el que mayo comienza a despedirse para ir abriéndole camino a un verano cada vez más próximo, invitan este 'finde' a salir de casa para perderse o encontrarse por cualquier punto del mapa de la región. Las diversas jornadas gastronómicas que se celebran estos días por toda Asturias son el estímulo perfecto para emprender viaje y aprovecharlo para conocer mejor nuestro patrimonio cultural, aligerando de paso la digestión de la 'fartura'. Estas son algunas de las propuestas que no deberían perderse.
La cosecha de las variedades micológicas de primavera favorecen en estas fechas la programación de jornadas gastronómicas dedicadas a las setas silvestres. En la comarca del Nora, pueden disfrutar de los menús elaborados con estos productos por diversos restaurantes de Llanera, Siero y Noreña, y completar la jornada acercándose al vecino concejo de Las Regueras para contemplar los espectaculares meandros del río que da nombre a la comarca o adentrarse en el templo de San Pedro de Nora, una de las joyas del arte prerrománico.
Las setas son también protagonistas en las jornadas gastronómicas del Nalón que acogen establecimientos de Langreo, San Martín del Rey Aurelio, Laviana y Sobrescobio, y un buen pretexto para el turismo minero visitando el Ecomuseo de Samuño, las instalaciones del Pozu Sotón o el Museo de la Minería de El Entrego. En la otra cuenca, Mieres se suma a la cocina micológica con sus propias jornadas y brinda la ocasión de descubrir las huellas de su historia en lugares como el Poblado Minero de Bustiello, el antiguo Pozu Espinos o el Museo Etnográfico de Gallegos para terminar el día paseando por los barrios viejos de la villa y bebiendo unos culinos de sidra en la popular plaza de El Requexu.
En Avilés y comarca apuestan por la gastronomía marinera, promocionando en diversos establecimientos locales la calidad del pescado de su rula en tapas elaboradas con este producto. Es una excelente ocasión para disfrutar de la histórica villa del Adelantado, paseando por los jardines del Parque de Ferrera o por las calles soportaladas del casco antiguo, admirando sus iglesias románicas y su viejo sabor medieval. Un patrimonio monumental no menos interesante lo ofrece Siero, que este fin de semana celebra su primer concurso de pinchos y con él la oportunidad de visitar templos como los de San Esteban de los Caballeros, San Martín y Argüelles o palacios barrocos como los de Aramil, Villar, Meres o Valdesoto. Una ruta complementaria, la de la sidra, puede seguirse por la docena de lagares con los que cuenta el concejo.
La micrococina tiene su otra cita en el concurso de tostas de Laviana, una oportunidad para trasladarse a los escenarios reales de 'La aldea perdida' de Armando Palacio Valdés, partiendo de su casa natal en Entralgo. También para enfilar por la cuenca del Alto Nalón y sus paraísos naturales: la Ruta del Alba o el Parque de Redes. Y la macrococina asturiana, con su plato más contundente, el cachopo, se puede degustar en cualquier establecimiento de los que participan en el VII Campeonato Regional de esta especialidad, organizado por EL COMERCIO. Si les pilla en Oviedo o Gijón, es una ocasión sin excusa para aligerar calorías transitando por las salas de sus diversos museos, entrando en la Catedral o sumergiéndose en las formas artísticas de los siglos XX y XXI en Laboral Ciudad de la Cultura.
Grandas de Salime con sus jornadas del bacalao y la carne roja, convidan en el viaje a sorprenderse con la colegiata de San Salvador, los tesoros de la cultura popular en su Museo Gastronómico, el Castro de Chao San Martín o el arte de Vaquero Palacios y Vaquero Turcios en el Salto de Salime. Y si aún les queda hueco para un cachopín, en Llanera le consagran unas jornadas que pueden llevarles al Museo Circuito Fernando Alonso de Cayés para rematar su 'finde' gastroturístico admirando la colección particular del piloto o emulándole a bordo de un kart. Cualquiera de estas propuestas puede ser un buen plan.