Sagardoaren lurraldea

The Basque Route: 8 tramos por las diferentes caras de Euskadi

Descripción

Euskadi te espera. Pero, ¿cuál, de entre sus diferentes caras, es tu favorita? No es fácil elegir. Por eso hemos creado The Basque Route, una ruta de 8 tramos por las diferentes caras de Euskadi. Para que elijas la que más te gusta.

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Ficha

  • Fuente: Autopista.es
  • Fecha: 2018-10-31
  • Clasificación: 2.0. Sidrería
  • Tipo documento: Revistas
  • Fondo: Sagardoetxea Fondoa
  • »
  • Código: NA-008153

Texto completo

¿Playas y pueblitos pesqueros? ¿Ciudades que, parece, fueron creadas ayer? ¿Bosques vestidos con niebla mañanera? ¿Montes alfombrados con verdes prados? ¿Carreteras solitarias –y con alguna que otra curva– que te conducirán hasta su mismo corazón? ¿Viñedos que forman un paisaje espectacular? ¿Con qué cara de Euskadi te quedas? Os presentamos The Basque Route.

El tramo entre Bilbao y Lekeitio discurre siempre junto al Cantábrico. En esta etapa, el agua te acompañará durante todo el día. Te lo encontrarás junto al Guggenheim Bilbao, el corazón del nuevo Bilbao que comenzó a latir hace veinte años. Lo seguirás hasta el Puente Bizkaia, un puente colgante único en el mundo, que desde hace más de cien años une Portugalete con Getxo, la primera obra de ingeniería de su especie construida en el mundo que todavía permanece en funcionamiento. Lo verás bañando playas que forman parte de un paisaje que recuerda a la Irlanda de las postales, bailando alrededor de islas, entre las que destaca San Juan de Gaztelugatxe, seguramente el paisaje más pintoresco y comentado de Euskadi. Lo verás, también, golpeando acantilados salvajes, rodeando pueblos pesqueros o dibujando rías imposibles. Es la Bizkaia del Cantábrico.

En el tramo que va desde Lekeitio hasta Zarautz, podrás degustar un menú del día de mar y montaña. En él, coquetearás con la Euskadi verde, la de las montañas, la que se esconde en los pliegues de los valles, la de los caseríos solitarios. Un consejo: trata de amanecer prontito. No es fácil, lo sabemos, sobre todo si estás de vacaciones, pero Lekeitio te devolverá el esfuerzo. Seguramente comerás en un valle, el del río Urola, oculto entre montañas, donde te toparás con una inmensa cúpula barroca que podría pertenecer a otras latitudes y que uno nunca imaginaría aquí, en la Gipuzkoa rural. Has llegado a Azpeitia, al Santuario de Loiola, que fue construido para envolver, literalmente, la torre medieval en la que nació el fundador de la Compañía de Jesús, San Ignacio. Estás en el interior pero el mar está cerca y también Zumaia y su ermita de cine, y el Geoparque de la Costa Vasca, en el que disfrutarás igualmente de un paisaje único y extraño: las entrañas de la Tierra abiertas en canal como si fueran milhojas de hojaldre. Para terminar el día, cenarás cerca de una colina con forma de ratón, en Getaria, pueblo natal de Balenciaga, que hoy le recuerda en el museo que lleva su nombre.

La tercera aventura de esta gran ruta tiene como destino el reino de la gastronomía: San Sebastián, y discurre por Gipuzkoa. Percibirás el olor a parrillada de pescado fresco, probarás la sidra en Astigarraga, donde se concentran las sidrerías más reputadas de Euskadi. Seguirás las huellas que dejaron los romanos 2000 años atrás en Oiasso, en la bahía de Txingudi que baña también Hondarribia, un precioso pueblo de pescadores y con casco medieval, de cuyos pintxos se enamoró el New York Times y desembocarás en Pasai Donibane, que parece Venecia pero está encerrado en un fiordo. Al final del camino, llegarás a la famosa Bella Easo y disfrutarás de esa playa de La Concha por la que todos suspiran.

El cuarto tramo nos llevará de capital a capital, a través del centro de la Gipuzkoa verde. En Euskadi “¡hasta luego!” se dice “gero arte!”. Así, entonad un “gero arte!” al mar porque os dirigís a la Euskadi de las postales, la de los prados y los hayedos. Tendrás la suerte de conocer a un señor monte que se llama Txindoki que mide más de 1300 metros y cuenta con un perfil inconfundible que te recordará al Cervino. Pasarás por un par de pueblos medievales en las tierras altas del Goierri, las Basque Highlands, donde no puedes dejar de probar su famoso y exquisito queso de Denominación de Origen, el Idiazabal, a poder ser en algún mercado centenario. La meta es Vitoria-Gasteiz, la ciudad “Green”.

Ya estamos en la capital de Euskadi, desde donde parte el quinto tramo de esta gran ruta hasta Laguardia. Es la etapa de los dólmenes, los viñedos, las llanuras y también del titanio. Porque existe una Euskadi que huye de los tópicos y que conoceréis durante este recorrido. Tendrás que conducir a través de amplios campos de secano, te encontrarás con un dolmen entre girasoles, te adentrarás en un mar de viñedos y, al final, te espera un pueblo amurallado, catas de vino en bodegas subterráneas y la arquitectura más sorprendente de nuestra tierra.

No es fácil abandonar Rioja Alavesa, no lo es. Pero para recorrer el sexto tramo que te proponemos debes hacerlo y no te defraudará porque obtendrás una panorámica sorprendente del valle del Ebro, conocerás un paisaje salado y un par de cascadas de quitarse el sombrero. Verás también el nacimiento de un río que conociste hace unos días: el Nervión, que se pasea por el centro de Bilbao rumbo al mar. No en vano, esta etapa finaliza en Orduña, donde nacen los ríos.

Orduña es la única ciudad de Bizkaia, en la que destaca su casco histórico, conjunto histórico-monumental, y desde donde saldrás rumbo a Bilbao (y más allá) en esta séptima etapa. “El Botxo” (así se le dice, también, a Bilbao) te espera. Pero antes, visitarás la superficie de un rincón muy poco conocido de Bizkaia, las Encartaciones, y también un subsuelo que deja huella, el del valle de Carranza. Volverás a ver el mar y podrás cantar aquello de “Desde Santurce a Bilbao”, porque lo vivirás. Tal cual. Por toda la orilla. ¿Con la falda arremangada? ¿Quién sabe?

Estos 7 tramos comenzaban en Bilbao y finalizan en ese punto… o más allá, si nos adentramos en las tierras encartadas, frontera con Cantabria y Burgos. Pero te proponemos un último tramo más, que discurre entre Lekeitio y Vitoria-Gasteiz y te adentrará en el interior de Bizkaia para terminar en Álava. Despertarás en Lekeitio pero soñarás unas cuantas horas más. El menú de la etapa es conocer una Euskadi mágica. Literalmente. También será un día de contrastes, dejarás las abruptas costas de Bizkaia para marchar hacia el interior, donde te esperan orgullosos pueblos como Markina, Elorrio o Durango, hasta llegar a un valle de secano. Durante el camino, avisamos, habrá unas dosis de misterio, un poco de mística vasca y alguna calavera.