La ruta de la sidra en Normandía
Descripción
Probablemente viajar a Normandía y explorar sus tierras al volante de un coche es una de las mejores decisiones que se pueden tomar en la actualidad. Los paisajes son sublimes. Es tierra de historia, tradición, arte, pero sobre todo es una tierra de gastronomía. Ya se sabe que en Francia se come muy bien.
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Ficha
- Autor: Luis Martí
- Fuente: La Vanguardia
- Fecha: 2018-07-16
- Clasificación: 4.2. Otras experiencias
- Tipo documento: Prensa
- Fondo: Sagardoetxea fondoa »
- Código: NA-008085
Texto completo
Un recorrido circular de 40 km entre campos de manzanos,
pueblecitos entrañables, castillos medievales y casas de
madera donde se produce una de las mejores sidras del
planeta.
Probablemente viajar a Normandía y explorar sus tierras al
volante de un coche es una de las mejores decisiones que se
pueden tomar en la actualidad. Los paisajes son sublimes. Es
tierra de historia, tradición, arte, pero sobre todo es una
tierra de gastronomía. Ya se sabe que en Francia se come
muy bien. Tienen el morro muy fino y el paladar muy
afilado. Quesos, vino, ostras o setas son solo algunas
exquisiteces que te puedes llevar a la boca. Pero de la
manzana muy pocos hablan. Y aun menos de la sidra (el
jugo de manzana).
Pues bien, los normandos tienen una de las sidras más
deliciosas del mundo. Para catarla, a unos 200 kilómetros
al oeste de París y tocando a Caen por el este, tenemos la
provincia de Calvados, en el Pays d´Auge, donde se desliza
suavemente la carretera que marca esta recomendable ruta
de la sidra.
Sin duda la forma más cómoda es en avión. Para empezar la
ruta son aconsejables estos dos aeropuertos: el de París
Beavois y el de Nantes, todo depende por donde uno quiera
empezar. No existen excesivos inconvenientes para
encontrar billetes baratos a París desde 30€ ida y vuelta
(aerolíneas low cost). A Nantes también hay buenos precios
de avión, y además está a dos horas del Monte Saint-
Michelle, un muy buen punto de partida para entrar en
Normandía.
Luego -y dependerá del tiempo disponible para realizar el
viaje- puedes coger el coche y lanzarte a la aventura desde
España y ascender el mapa por la costa oeste de Francia. La
opción más corta por carretera por ejemplo desde Barcelona
a Normandía es por la A-75 pasando por Montpellier (1.163
Km) o por la A-20 pasando por Toulouse. Si la elección es
salir desde España en coche, vale la pena parar a mitad de
camino en Limoges (A-20) o Burdeos (A-75).
Estamos hablando de un viaje de aventura. O en otras
palabras, es necesario tener espíritu aventurero. La
improvisación es fundamental en esta ruta. Es cierto. Sin
embargo, como en toda gran aventura tiene que existir un
plan previo, por que de lo contrario un viaje se puede
convertir en una pesadilla (situación muy alejada de lo que
entendemos por aventura).
GPS o activa los datos de tu móvil. Luego es muy aconsejable
madrugar para evitar colas (sobre todo en verano).
También ten en cuenta que los peajes en Francia son algo
más caros que en las autopistas españolas. Por último, no
apures con la gasolina, puesto que a veces hay bastante
distancia entre una estación y otra.
Al noroeste de Francia, Normandía se formó por la unión de
la Alta y la Baja Normandía y está compuesta por cinco
departamentos: Calvados, Eure, Mancha, Orne y Sena
Marítimo. Cuenta con ciudades tan importantes como Ruan
y Caen, que son respectivamente sus capitales
administrativa y política.
Sin duda alguna la época más interesante para organizar
un viaje de este tipo a Normandía es entre mayo y octubre,
aunque ya sabemos como se las gasta el clima en el norte de
Francia. Puedes encontrarte con un glorioso día de sol en
marzo y lluvias torrenciales en agosto. Pero si hay que
decantarse por alguna fecha dentro de esta temporada,
decididamente sería junio o septiembre. En julio y agosto se
satura todo un poco de turistas aunque, por otro lado, la
realidad es que el clima se mantiene bastante agradable.
Escojas la fecha que escojas, es importante disponer como
mínimo de una semana (o incluso diez días o más si haces
todo el viaje en coche desde España) para exprimir y
degustar al máximo Normandía.
Ya que estamos en Normandía, de camino hacia la ruta de la
sidra, conviene subrayar las siguientes sugerencias :
imprescindible el Mont Saint-Michel, una imponente
abadía ubicada en lo más alto de una isla rocosa en el
estuario del río Couesnon; el encanto pesquero de Barfleur;
Saint Vaast la Hougue, comuna francesa declarada
Patrimonio de la Humanidad; las playas del desembarco
de Normandía -Pointe du Hoc, Omaha Beach, La Cambe,
Arromanches, Batteries de Longues...- donde las tropas
aliadas desembarcaron 6 de junio de 1944 para liberar
5 paradas obligadas antes de la ruta de la Sidra
Europa de los nazis, y la catedral de Bayeaux (1077), joya de
la arquitectura normanda.
Después de visitar la catadral de Bayeaux, vamos a situarnos
en el mapa. Hemos subido por la Baja Normandía (Basse-
Normandie) y, como hemos mencionado anteriormente, el
objetivo es alcanzar la ruta de la sidra, que está situada en la
provincia de Calvados, antes de penetrar en la Alta
Normandía. Un excelente punto de operaciones para iniciar
la ruta es el precioso pueblecito de Cambremer, en el corazón
del Pays D’Auge, a 35 kilómetros de la ciudad de Caen.
Esta ruta consiste en un trazado circular de 40 km, a lo
largo de la cual vas viendo pasar un paisaje excepcional:
galerías en cabañas con jardines perfectamente decorados,
praderas con vacas normandas, montes picudos, campos de
amapolas, lirios blancos, geranios, maizales azotados por el
viento, antiguas abadías de piedra...
Mont Saint-Michelal (Normandía) (onairda / Getty Images/iStockphoto)
Bienvenidos a la Ruta de la Sidra
A partir de ahora será todo muy fácil. Todo fluirá. Las
indicaciones que marcan el camino a seguir están muy
claras: ‘Route du Cidre’ y un dibujo de una manzana.
Pasarás de un pueblo a otro, de una manzana a otra, de un
productor de sidra -se identifican como ‘Cru de
Cambremer’ - a otro. Hay unos 20 en la zona, en los que
puedes detenerte y catar este “precioso líquido”.
Hemos fijado la salida de la ruta en Cambremer. Por cierto
un pueblecito genuino de la región normanda que aparece
en varios pasajes de la novela A la sombra de las muchachas
en flor de Marcel Proust. Y toma nota, cada domingo de
verano, Cambremer cobra vida con su mercado tradicional.
Más adelante, a cinco kilómetros de Cambremer se puede
visitar el castillo de Crèvecoeur-en-Auge, rodeado por un
foso de agua y una muralla medieval, típico de la tradicional
arquitectura colombage (edificaciones con entramados de
Seguir la señal de la manzana
Cambremer, punto de partida de la ruta de la sidra de Normandía (Delpixart /
Getty Images)
madera). La ruta de la sidra continúa a través de Grandouet,
Montreuil-en-Auge, de Saint-Ouen-le-Pin, La Roque-
Baignard, Bonnebosq, Beaufour-Druval, Saint-Aubin-
Lébizay, Beuvron-en-Auge , Hotot-en-Auge , Victot-Pontfol y
Rumesnil antes de regresar a su punto de partida en
Cambremer.
Francia no es únicamente vino y champán. No. La uva no es
el único fruto al que veneran los franceses. También la
manzana es muy querida. En realidad, una gran parte de los
franceses les fascina regar sus comidas con delicioso jugo de
manzana, es decir, con sidra. El 90% de sidra francesa se
produce en Bretaña y Normandía. Se dice que la normanda,
con su seductor color ámbar, es más dulce y armoniosa que
la de Bretaña. En efecto, es una de las más apreciadas del
planeta.Pues sí, existe un culto a la manzana muy pronunciado en
estas tierras del norte de Francia. Carlomagno ya la
mencionaba en el siglo X. Parece que los marineros llegados
del País Vasco introdujeron la sidra, o sagardoa (vino de
manzana en vasco), a través de los marineros normandos ya
en el siglo VI, y luego, en el siglo XII, los españoles ya
exportaban sidra de Normandía. En el siglo XVII, la sidra
había reemplazado a la cervoise (una antigua cerveza de
cebada) como bebida representativa de la región.
En la actualidad, los manzanos se cultivan utilizando
métodos tradicionales en suelos de arcilla sílex y rocas
sedimentarias. Las manzanas se cultivan en cuatro
variedades: amarga, dulce amarga, dulce y ácida, con
nombres como “obispo amable”, “caballero amarillo”,
“ternero blanco” y “piel de perro”. La sidra la puedes
encontrar en casas y restaurantes ya sea seca, semiseca o
dulce. Y recuerda, se bebe de manera tradicional en una
taza cerámica, llamada ‘bolée’.
Al comienzo de la ruta merece la pena detenerse en la
terraza del Bar des Sports, en Place de l’Eglise, y degustar
un buen vaso de sidra para tomar el pulso a la ruta. Un poco
más allá, en Calvados, se puede visitar una de los
productores de sidra, calvados y pommeau más famosos de
la ruta : Calvados Pierre Huet. Lo cierto es que el escenario
es muy bonito, con su hermosa casa solariega estilo
colombage. rodeada de huertos de manzanos y perales y los
grandes establos de destilación agazapados en la parte
trasera.
Al norte de Cambremer, en Victot-Pontfol, la familia
Dupont ha estado elaborando sidra y calvados durante
cuatro generaciones. Cuentan con el prestigioso hotel
parisino George V y el restaurante Tour D’Argent entre sus
clientes, y en los días acompaña el tiempo, los visitantes
pueden hacer picnic en sus jardines por una tarifa de 5€.
Si todavía nos queda tiempo, hay que rematar la faena. A
escasa distancia de la “ruta de la sidra” está el río Sena, que
divide la Baja y la Alta Normandía. Ya que estamos, vale la
pena cruzar y explorar lo que nos queda de Normandía: para
empezar, Honfleur, una de las ciudades consideradas más
bonitas del país, los espectaculares Acantilados de Etretat y
su arco natural, el llamado “ojo de la aguja” y, para acabar, el
pueblo de Giverny, que alberga la casa y el jardín del pintor
Claude Monet, uno de los artistas impresionistas con más
talento de la historia y que se inspiró en estos fabulosos
paisajes.
Este artículo es fruto de la colaboración entre La
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