Oyarbide gana el concurso foral de sidra embotellada
Descripción
El segundo puesto fue para Urdaira y el tercero para Saizar, ambas de Usurbil La cata ciega de las seis sidras se realizó en 35 minutos por los diez jurados
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Ficha
- Autor: Mikel Soro
- Fuente: El Diario Vasco
- Fecha: 2009-06-07
- Clasificación: 5.6. Concursos
- Tipo documento: Prensa
- Fondo: Sagardoetxea fondoa »
- Código: NA-000008
Texto completo
El segundo puesto fue para Urdaira y el tercero para Saizar, ambas de Usurbil La cata ciega de las seis sidras se realizó en 35 minutos por los diez jurados. La sidrería Oyarbide, de Astigarraga, resultó ganadora ayer del concurso de sidra embotellada promovido por la Diputación. La cata decisiva se celebró en la sociedad Gastronómica donostiarra, con la presencia de los seis finalistas y muchos compañeros. Sebastián Zabalegi, de la sagardotegi vencedora, recogió el premio. La txapela se la impuso Rafael Uribarren, diputado de Desarrollo del Medio Rural. Además entregaron trofeos Arantza Eguzkiza y Luis Mokoroa. La cata llevada a cabo por los diez miembros del jurado -cinco elegidos por los sidreros y otros tantos por la Diputación- fue meticulosa y silenciosa. Eran dos mujeres y ocho hombres. Sentados en una larga mesa, de frente a los asistentes, separados entre ellos por un panel blanco, dispusieron de las hojas sobre las que puntuar. Seis vasos numerados tenía cada catador. Javier Arruzibia y Félix Andueza, expertos escanciadores de la sociedad tolosarra Batasuna, tan serios como precisos, vestidos de blanco impoluto, escanciaban. La botella en la frente y el vaso en la pelvis, con una inclinación de unos 30º. Un dedo de sagardoa y a los puestos de cata. Todas las botellas tenían la misma etiqueta para no influir en los jueces. La sidra la sacaban a 14 grados, según la presentadora, la periodista Ainara Agesta. Los catadores primero miraban la txinparta; después aspiraban su aroma tras darle un par de giros en el vaso; finalmente la cataban con un pequeño sorbo. Otro más si quedaba alguna pequeña duda. Y escupían el buchito de sidra en un cubito. Un trago de agua preparaba el paladar para la siguiente cata. Así con las seis sidras, en un silencio respetuoso con la labor del jurado. Tras la ronda, algunos pidieron volver a catar alguna sidra concreta, pero en cuestión de 35 minutos justos, los diez jurados entregaron sus puntuaciones. En una mesa posterior, Iñaki Larrañaga, técnico foral de pomología, Luis Mokoroa, presidente de la Gastronómica y dos administrativas, la andoaindarra María Jesús Flamarique y Marian Agirre sumaron los puntos, entregando en sobre cerrado los tres primeros de la liza sagardozale. No era la primera vez que Oyarbide subía al podio, porque ya en 2003 ganó el tercer premio. ¿Cómo estaba la sidra? La somelier Presen Urkizu, componente del jurado, señalaba a este periódico su opinión particular mientras los presentes paladeaban las sidras del concurso: «En nariz me han gustado todas. En boca les he notado que les faltaba cuerpo. No llenaban. Sin que sea peyorativo. Color y txinparta, muy bien». El resto del jurado eran los enólogos Xabier Kamio, Guillermo Castaños, Domingo Arina y Fernando Vadillo; Cristina Goñi, de la cofradía Tolarea hernaniarra; Iñaki Santos, doctor en Química e investigador de la manzana; Iosu Osa, capataz agrícola, Ion Orbegozo, de la Cofradía Vasca de Gastronomía y el hostelero Joaquín San Sebastián. Urdaira, de Usurbil, 73 puntos: 1.500 euros y trofeo; tercero: Saizar, de Usurbil, 71 puntos, 750 euros y trofeo. Diplomas a los tres finalistas: Zelaia, de Hernani; Isastegi, de Tolosa, y Zalbide, de Abaltzisketa