Sagardoaren lurraldea

Los museos consolidan su atractivo tras la resaca de la capitalidad cultural de San Sebastián

Descripción

Donostia 2016 y los años anteriores a la capitalidad cultural han sido época de crecimiento para San Sebastián; se amplió su oferta cultural y, en consecuencia, el número de turistas que recibía la ciudad aumentó notablemente.

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Ficha

  • Autor: Idoia Davila
  • Fuente: El Diario Vasco
  • Fecha: 2018-03-10
  • Clasificación: 6.5. Museos
  • Tipo documento: Prensa
  • Fondo: Sagardoetxea Fondoa
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  • Código: NA-007787

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Los museos de Gipuzkoa también notaron esta afluencia, ya que «con el tirón de la capitalidad había mucho turismo relacionado con la cultura», explica Carlos Olaetxea, director de Gordailua y del Servicio de Museos de la Diputación Foral de Gipuzkoa. En 2017 las cifras parecen haberse normalizado y consolidado, ya que «no se pueden comparar con las de 2016, que fue un año excepcional», advierte Olaetxea.

De todas maneras, hay centros museísticos que, más allá de mantenerse, han conseguido un balance muy positivo en lo que a su número de visitantes se refiere. Destaca en ese ámbito D’Elikatuz, el Centro de la Alimentación y la Gastronomía de Ordizia, que con 4.188 visitantes ha duplicado la cifra del anterior ejercicio.

El Museo de la Industria Armera también ha tenido un 42,5% más de visitas, a pesar de que «Eibar no es un municipio turístico ni cómodo para moverse en él», apostilla la técnica municipal Marina Barrena. Según cuenta, su éxito se debe a que «se han organizado actividades para todo tipo de público y se ha hecho mucho esfuerzo en publicidad». Además, en 2017 el museo celebró su décimo aniversario, con exposiciones que han ido más allá de su temática principal.

La comarca de Urola Kosta ha vivido asimismo una época de pujanza. Destacan los datos de Zumaia, donde la Parroquia de San Pedro y el Centro de Interpretación de Algorri han crecido considerablemente (39,8% y 13,8%, respectivamente). Cerca de este municipio, el flysch también parece ser muy atractivo para los turistas, y más después del estreno de la séptima temporada de ‘Juego de Tronos’, en la cual hacía su aparición este paisaje geológico situado en las costas de Deba, Mutriku y Zumaia. Así, el Geopoarque Unesco de la Costa Vasca tuvo un 28,4% más de visitas con respecto al 2016. En Getaria, Cristóbal Balenciaga Museoa es el quinto museo más visitado de Gipuzkoa, ocupando el mismo puesto en crecimiento, con un 13,9%.

Se mantiene por delante del centro dedicado al diseñador getariarra, en número de visitantes, la Factoría Marítima Vasca Albaola, el espacio cultural que recrea el universo surgido alrededor de la construcción del galeón San Juan. Ya le quitó el puesto en el ejercicio de 2016, en el cual el número de visitantes se incrementó en un remarcable 30%, pero en 2017 ha conseguido afianzarse como uno de los principales atractivos museísticos de todo el territorio guipuzcoano. La Factoría es, además, «el atractivo turístico que más recorrido tiene todavía por desarrollar» según el Observatorio de Turismo de Gipuzkoa.

Mirando al informe anual de la actividad turística de 2017 del Observatorio del Turismo de Gipuzkoa, en San Sebastián los museos no han crecido tanto, pero por lo general mantienen la misma afluencia de visitantes. El Aquarium donostiarra se mantiene además, con 335.904 visitantes, como el museo más visitado de Gipuzkoa y el segundo del País Vasco, sólo por detrás del Guggenheim de Bilbao, si bien su crecimiento no ha sido muy notable (0,5%). El Museo Real 100, en cambio, ha notado una subida de visitantes del 9,4% en 2017.

El Museo San Telmo, con un decrecimiento de casi el 13%, es el centro que más nota la resaca de la capitalidad cultural. A pesar de haber tenido exposiciones de gran calado, no ha logrado superar las 156.000 visitas que recibió en 2016, debido a que fue centro neurálgico y sede de proyectos clave en la programación de Donostia 2016. Sin embargo, logró superar las cifras de 2015, lo cual «se puede considerar un dato positivo». La bajada de visitantes en el Museo Naval es más acusada, pero Olaetxea lo achaca a los cambios en la gestión y a las obras que se están realizando para mejorar las instalaciones, que supusieron dos cierres a lo largo de 2017. «La consolidación vendrá en 2019», recalca el director de Gordailua, pues en octubre de este año el centro volverá a cerrar sus puertas para acometer una reforma integral.
Visitas a las comarcas

En Oarsoaldea y Bidasoa-Txingudi la situación es más negativa, con una media de 12,2% menos de visitantes en los museos de la zona; Albaola es de hecho el único con una cifra positiva.

Lejos de la capital las pernoctaciones de turistas aumentan, pero según explica Olaetxea «la actividad cultural no ha subido mucho», salvo algunas excepciones, como en el Alto y Bajo Deba, por ejemplo. «Es difícil atraer visitantes a los museos del interior de Gipuzkoa», aunque «en general se mantienen las cifras, con algunos altibajos». Desde la Diputación, y en concreto desde las oficinas de San Sebastian Region, «se intentan impulsar las visitas a las comarcas», apunta Olaetxea, y para ello organizan incluso autobuses que salen desde Donostia, pero sigue siendo una «tarea complicada».

Muestra de ello son los tres museos que se sitúan a la cola en crecimiento, todos en el interior del territorio. Minas y Parketxe Arditurri, en Peñas de Aia, baja un 27,3% con respecto al 2016, un dato parecido al del Museo Zumalakarregi de Ormaiztegi (-27,7%). Las peores cifras del 2017 son las del Centro de Interpretación y Degustación del Queso Idiazabal, cuyo número de visitantes ha decrecido en un 38,1%. El diputado de Turismo, Denis Itxaso, apuesta por prestar una mayor atención a estos recursos culturales que posee el territorio, ya que «permiten mover al turista por Gipuzkoa».

Tomando los datos de todo el territorio, el director del Servicio de Museos explica que «como es natural, 2017 no ha sido un año tan bueno como 2016», y, aunque haya algunos «altibajos», todavía se nota una ligera tendencia al alza tras la resaca de la capitalidad cultural. El crecimiento se ha normalizado, pero los museos guipuzcoanos siguen recibiendo más visitas que nunca.