Sagardoaren lurraldea

Destino Hemingway, un recorrido por su territorio favorito

Descripción

Destino Hemingway es un espacio a través de Euskadi, La Rioja, Navarra y el País Vasco francés-Iparralde, el territorio del que se enamoró Ernest Hemingway en el año 1923 y al que regresó durante toda su vida para disfrutar de la 'buena vida' que ofrece esta zona: la gastronomía, el deporte, la naturaleza, la mar, el vino, la cultura, los paisajes y sus gentes (allí hizo amistades para toda la vida).

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Ficha

  • Fuente: Diario de Gastronomía
  • Fecha: 2017-01-19
  • Clasificación: 6.7. Pueblos
  • Tipo documento: Blogs
  • Fondo: Sagardoetxea Fondoa
  • »
  • Código: NA-007222

Texto completo

Un espacio muy diverso, muy unido por su cultura, tradiciones y relaciones sociales y único en Europa por sus dimensiones y múltiples opciones para viajar en menos de dos horas en coche. Es el único lugar en Europa, junto con París y Madrid, al que Hemingway regresó durante toda su vida desde 1923 hasta 1960, con excepción de los casi veinte años posteriores a la Guerra Civil —Hemingway siempre mostró su apoyo a la causa republicada y su repulsa por la dictadura franquista— y que el escritor estadounidense colocó en la literatura universal.
Destino Hemingway

Ahora, de la mano del escritor Edorta Jimenez y el periodista Javier Muñoz, y con el apoyo de los departamentos de turismo de los gobiernos de Navarra, Euskadi y La Rioja, así como de los ayuntamientos de los diferentes territorios, se pone en marcha el proyecto Destino Hemingway. El objetivo es recuperar al Hemingway escritor y Premio Nobel y Pulitzer, y cambiar y superar la imagen que se quiso ofrecer por parte de la administración de la época a partir de los años 1950 del Hemingway cansado que recorría las ciudades buscando toros, mujeres y alcohol. A cambio, se presenta al escritor que se enamoró profundamente de la tierra y de sus gentes.

Para ello se ha buscado potenciar el poso cultural de un Premio Nobel y Pulitzer, un hombre de su tiempo, como fue Hemingway. Con motivo del 90º aniversario de la publicación de su novela Fiesta. The Sun Also Rises, una obra que marcó un punto de inflexión en la literatura anglosajona, y que colocó a estos territorios en la literatura universal, se ha querido remarcar un aspecto fundamental de Hemingway, el que se había perdido en las últimas décadas: el aspecto cultural. De hecho, cuando el escritor mundialmente conocido y reconocido regresa en el año 1953, se reencuentra con el joven idealista de los años 1920-1930 comprometido con la tierra y con sus gentes. Se reencuentra con él mismo.

El proyecto Destino Hemingway comenzó su andadura en octubre de 2016 con la presentación de la guía foto-literario-gastronómica Comer con Hemingway, y recoge parte del trabajo publicado en los libros Sanfermingway y Hemingway eta euskaldunak zerbitzu sekretuetan.
Territorio Hemingway

El pasado 22 de octubre de 2016 se cumplió el 90º aniversario de la publicación de Fiesta-The Sun Also Rises. En esta novela, Hemingway refleja la fiesta de Pamplona, la naturaleza del Irati, el río Bidasoa, las montañas del Pirineo, la costa vasca, la bahía de la Concha, la tranquilidad de Donostia-San Sebastián, la serenidad de Baiona, la bahía de Txingudi, el vino de Rioja, la gastronomía, las tradiciones, la cultura, y el deporte. De hecho, Hemingway menciona uno de sus deportes favoritos: el ciclismo. En concreto la Vuelta Ciclista al País Vasco. Esta prueba ciclista ha recorrido históricamente los territorios de Bizkaia, Álava, La Rioja, Navarra, Gipuzkoa y País Vasco francés.

La naturaleza, los lugares y las gentes de este territorio marcaron profundamente la vida y la escritura de Ernest Hemingway. El escritor estadounidense había descubierto un lugar en el que se encontró a él mismo y al escritor que llevaba dentro. A partir de estas vivencias nada volvió a ser igual. En Pamplona encontró la amistad, la generosidad y la naturalidad de las fiestas de San Fermín. En el Irati las últimas ‘selvas medievales’, en Donostia-San Sebastián la tranquilidad de una bahía hecha para la natación y en Hendaia la facilidad para escribir que le daba la pausa, la serenidad de la bahía de Txingudi o los viajes por los viñedos de La Rioja. Entre los años 1920 y 1930, Hemingway y su familia disfrutaron de un espacio único en el mundo, un espacio que cubría todas sus necesidades. La Guerra Civil, su compromiso con la causa republicana y su frontal oposición a la dictadura franquista hicieron que se alejara de este territorio tan querido y buscase en la isla de Cuba la misma inspiración. En cuanto tuvo la oportunidad, volvió y recuperó un instante de aquella felicidad.

En todas sus novelas, cartas, libros y reportajes, Hemingway reconoce un amor por cada territorio y por la forma de entender la vida de sus gentes. Aquí disfrutó de la pesca, de los Pirineos, de la mar, del vino, de la pelota, de los toros y, por supuesto, de su gastronomía. Incluso en The Sun Also Rises proclama la excelencia del vino de Rioja. Esta pasión por la tierra se transformó en amistad con sus gentes. Una fidelidad mutua que se mantuvo hasta el día de su muerte. En 1924 entabló una amistad con el pamplonés Juanito Quintana que traspasó el tiempo y la distancia. Sus grandes amistades vascas se fraguaron en Cuba. En la isla conoció a su íntimo amigo y confesor, el mundakes Andrés Untzain, al marino bilbaíno Juan Duñabeitia, o al pelotari vitoriano Paco Garay. Este amor le llevó a volver a esta tierra. Después de casi veinte años de ausencia, el escritor regresó en 1953. Y volvió a disfrutar de su territorio, de una de sus patrias de adhesión. Hemingway supo transmitir la diferencia de estos territorios.

Territorios profundamente unidos por su historia, sus tradiciones, sus deportes, su gastronomía, sus relaciones sociales y sus idiomas. Un territorio que confluye y en el que Hemingway se reconoció y se encontraba como en casa.