Este año hay sidra muy bonita. Astigarraga, el paraiso de los oficinistas con semana inglesa.
Descripción
Los puntos estratégicos donde tienen sus paradas los tranvías y autobuses que van hacia Hernani, cobijan mayor "personal" el sábado por la tarde.
Ficha
- Autor: Oyaneder
- Fuente: La voz de España
- Fecha: 1947-02-16
- Clasificación: 6.7. Pueblos
- Tipo documento: Revistas
- Fondo: Sagardoetxea fondoa
- Signatura: P1-114 »
- Código: NA-000069
Texto completo
Del diario LA VOZ DE ESPAÑA de San Sebastián
16 de febrero de 1947. Domingo
ESTE AÑO HAY SIDRA MUY “BONITA”
ASTIGARRAGA, EL PARAISO DE LOS OFICINISTAS CON SEMANA INGLESA
Los puntos estratégicos donde tienen sus paradas los tranvías y autobuses que van hacia Hernani, cobijan mayor “personal” el sábado por la tarde. Entre “casheros” y militares se mezclan los “sidreros”. Y no es que escojan el día al azar. Por algún fenómeno que todavía no ha podido explicarse, existe cierta curiosa relación entre el número de aficionados a saborear el zumo de la manzana y el de honestos trabajadores que abandonan los manguitos al mediodía del último de la semana. Se renuncia a la partida doble y, parece ser, se renuncia con gusto sin que nadie se considere preso en su empleo, cualquiera agradece un ratillo de sol, cuando luce, y tres vasitos de “sagardua” para digerir la merienda de merluza frita. Aunque no sean tres vasitos exactamente…
El sábado es el día de los oficinistas como el lunes de los zapateros. Les vereís alineados junto al “bolatoki” o marrando su puntería en la curvada barra de hierro en que debiera resonar la ficha de la “toka”. Entre semana por lo demás, la excursión a la sidrería queda para los que hacen fiesta, en sus turnos, aquellas jornadas que nos hallan a casi todo el mundo pendientes del taller o de la oficina. No obstante habrá que exceptuar a quienes tienen asueto diario en gracia a su esfuerzo de la juventud. Camino de la sidra, con el fresno en la mano si el tiempo es benigno, grupitos de “indianos” marchan despacio para jugar su partida de mus.
Desde que disminuya el frio y sea más cómoda la excursión pedestre irán a pie las cuadrillas de sidreros que buscan ahora el refugio de otros medios de locomoción que el carruaje de San Fernando. Les he visto partir alguna vez, orondos y ligeros, por Aldapeta arriba o bordeando la ribera del Urumea. También les he visto regresar, más orondos aún, si que no con tan leve paso que se fueron.
- ¡ Buen “barrikote”, hay, bueno…! ¡ Qué pena que no hayas venido…!
No creo que la pena fuese sincera, salvo que hubieran imaginado la probabilidad de encontrar otra excusa más para fomentar las “rondas”. Un discreto bebedor de sidra preferirá que la reunión de amigos sea todo lo amplia que permita la capacidad de su recinto estomacal, siempre que funcione automáticamente el mecanismo de eliminación. Cuantos más, por otra parte, el “sidricola” entrenado tendrá por qué disfrutar con el desentrenamiento de los no iniciados.
- Este año habrá “mucha”, y excelente.
Con tan corta mención le he comprendido al punto al explorador de “kupelas”.Es
de los que llevan su afición al extremo de subir al “Topo” sin haber suscrito póliza de seguro de vida.
- ¿ Por qué precisamente este año?
- Se recogió manzana en cantidad y las mezclas dan resultado. Pregunta a los
“ probadores” de las sociedades populares.
Realmente no tenía necesidad de preguntar a nadie. Le concedo categoría bastante para guiarme por sus afirmaciones en materia tan poco espiritual. Con todo, no acertó a responder a una pregunta concreta:
- ¿ Dónde la mejor?
- Donde te parezca. Si aquilatas demasiado, ya es cuestión de gustos. Pero las “pegadas”fueron magnificas. No había más que probar la “zizarra” última.
- Eso los que la probásteis…
- Pues lo mismo da que vayas por arriba que por abajo. Con automóvil a la puerta habrá quienes se alejen un poco. Oyarzun ha sido tradicionalmente meta muy apetecida. Otros prefieren alrededores más cercanos. Desde luego que se puede elegir. En cuanto se abre una barrica y da resultado, se organizan “solas” las comitivas. Y si ves a los “cuatro ases” acercándose a un caserío, se impone la parada.
- ¿ Que “cuatro ases”? Suena a teatro o a naipe.
- A naipe mejor. Cuatro señores de alguna edad, de ancha cintura y fuertes espaldas, ladeada la boina… Para los que no somos completamente expertos nos sirven de guía. Ellos conocen todos los “chokos” y rara vez disiento yo de su paladar. Si garantizan que es “bonita”, “bonita” es…
- ¿ Cuándo empieza la temporada “oficial”?
- Muy pronto. Es preciso que se alarguen los dias y que suba unos grados la temperatura. La sidra exige reposo y tranquilidad.
- También exige un bocadillo…
- Y más. En casos muy corrientes, viene a construir la razón de un paseo campestre. Depende de las horas libres de que se disponga. Por ejemplo, la caminata hasta Osiñaga es muy agradable. En un par de horitas…
- ¿ Cuántos kilómetros habrá hasta Osinaga?
- De diez a doce. Es un barrio de Hernani. Pero llegas “sin darte cuenta”. “Los apeaderos” que se presentan al paso dan fuerza para no perder el paso fuerte y decidido. Con otra ventaja: ¿Te cansas? Hechas anchas y en paz.
- ¿Los objetivos más destacados?
- Por ahí, por ahí van. Depende de la época y de la suerte. Generalmente, no abren todas las sidrerías a la vez. Sin haberlo concretado, se forma una especie de turnos. Primero en un lado, luego en otro…
- Pero ésto no satisface mi curiosidad.
- ¡ Ah! ¿ por los objetivos? Ved con ellos. Por Hernani, como Osiñaga, están Acarregui y Churiya; Flores y Ramonenea, en Ayete; Illarra Berri en Ibaeta y, en Astigarraga… Espera a ver.
- ¡ Son tantos!...Barcaiztegui, Mina, Desierto, Ergobia, Portucho, Garciategui, Zapiain… Todavía…
- No, todavía no, ¡ por Dios! ¡ Y que hubiera pensado que la fama de Astigarraga se debía a las cocheras…!
- Hay otros sitios tan apetecibles como aquellos en Urnieta, Lasarte… Pero no vayas en domingo.
- Aunque no vaya, desearía enterarme por qué de la diferencia.
- Las sidrerías cambian de aspecto con las fiestas. Se llenan de familias, niños retozones y novios que piden tortillas de patatas. Se aglomeran las gentes, no te hace caso la “neska” que “tira” los vasos. ¡ No se puede ir…!
Su gesto descriptivo que acompañó la exclamación fué de premio. No se podía reclamar simil más orientador. Tanto que después no hubo necesidad de solicitarle aclaraciones. Y apuntó el consejo:
A la sidrería no conviene ir en domingo, si la idea de la visita es aproximarse al caño de la “kupela” y comer tortilla de patatas sin novios por delante.
Una recomendación más, tomada del natural: Es preferible ir a pie que en bicicleta. La vuelta ofrece menos dificultades.
Otra: El procedimiento del automóvil resulta magnifico cuando el conductor es abstemio y no se llama PEPE…
OYAENEDER