Sagardoaren lurraldea

El crucero de la sidra

Descripción

Hasta 240 privilegiados podrán visitar en barco Terranova y Labrador, en Canadá, siguiendo las huellas de los balleneros vascos, los más competitivos del mundo en el siglo XVI gracias a una bebida autóctona que les protegía del escorbuto.

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Ficha

  • Autor: Mikel Mujika
  • Fuente: Noticias de Gipuzkoa
  • Fecha: 2016-06-17
  • Clasificación: 6.0. Cultura
  • Tipo documento: Prensa
  • Fondo: Sagardoetxea fondoa
  • »
  • Código: NA-006819

Texto completo

“Nuestros productos alimentarios se están convirtiendo en nuestros embajadores en el mundo” “Intentamos construir una ruta representativa del patrimonio vasco que hay allí desde hace 500 años”

Dicen que los marineros vascos que durante el siglo XVI se tiraban meses embarcados en Terranova y Labrador, en Canadá, en la pesca de las ballenas consumían unos tres litros de sidra por cabeza cada día. Y que esta bebida autóctona se empleaba incluso para pagar a los arrantzales por su faena, ya que les protegía del escorbuto gracias a las vitaminas que contenía este espumoso (entonces sin destilar); y eso, entre otros aspectos, les hacía ser los más competitivos del mundo en el sector. Cinco siglos después, un crucero turístico surcará las mismas aguas y seguirá las huellas que los balleneros vascos dejaron en Canadá, a 4.000 kilómetros de nuestras costas. A bordo habrá, además de la restauración del Basque Culinary Center, sidra de Astigarraga, de la sidrería Astarbe.

Falta exactamente un año para que el crucero de la sidra zarpe en un viaje de ocho etapas siguiendo las huellas de los balleneros vascos del siglo XVI. El viaje se desarrollará de la mano de los mejores expertos sobre la materia, historiadores y arqueólogos que explicarán a los privilegiados turistas el “enorme tesoro de pruebas, tanto enterradas como sumergidas, o archivadas en los registros históricos de instituciones académicas y museos”, explicaron los promotores.

Existe consenso científico en torno a la presencia de vascos viajando, pescando y desarrollando la primera industria a gran escala en Norteamérica desde al menos el siglo XVI. La más preeminente es la nao San Juan, construida en Pasaia en 1563 y hundida en Red Bay, Labrador, en 1565. Fue recuperada por ParcsCanadá en 1978 y en 2013, esta estación ballenera fue nombrada Patrimonio de la Humanidad. Tanto la San Juan como otros tres pecios hundidos en el mismo estrecho son los más antiguos de Canadá. Se da la circunstancia de que el documento civil original más antiguo de aquel país es el testamento de un marinero vasco que murió allí.

Hasta 240 personas podrán disfrutar de esta experiencia desde un alojamiento en camarote interior por 2.695 dólares (2.411 euros al cambio actual), hasta los 10.195 dólares (9.121 euros) que costará por persona el alojamiento en la suite más cara. Todo incluido, salvo el avión hasta Canadá.

El promotor de este viaje es Iñaki Arizmendi, un guipuzcoano nacido y criado en Beasain que emigró a Nueva York en 1990 y ahora tiene allí una empresa de viajes a la carta. Su hijo Aimar explicó ayer en un acto de presentación que tuvo lugar en la sidrería Astarbe de Astigarraga, que cuando su aita oyó hablar de los vascos en Terranova el corazón le dio un vuelco. Fue a conocer esta tierra y “se emocionó al ver allí naturaleza en estado puro, fiordos y vestigios vascos”, relató. “No había nada excepto investigadores y geólogos. Era un lugar con espacios grandes y mal comunicados y decidimos construir un viaje, una ruta representativa del patrimonio vasco que hay allí”, dijo. Será un crucero de ocho etapas con parada en Red Bay, entre otras, donde está la nao San Juan.

El viaje se hará en un barco construido inicialmente para investigación científica pero con todas las comodidades de un buque nuevo y adaptado a viajes turísticos. Hay ya 50 reservas realizadas para este crucero del 15 al 22 de junio de 2017 (más información en www.ballenerosvascos.info).

asalto a eeuu Bittor Oroz, el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria, dijo que esta iniciativa “encaja muy bien” con la política del Gobierno Vasco en la visibilización de la marca Euskadi. “El mercado está buscando productos auténticos, con historia y relato y tenemos la suerte en Euskadi de tener un gran acervo”, dijo. Oroz destacó que “nuestros productos alimentarios se están convirtiendo en nuestros embajadores en el mundo” y que esta iniciativa es “muy apropiada en un momento en el que el sector sidrero vasco intenta un asalto al mercado de EEUU, con miles de consumidores de sidra. “Ahí tenemos una oportunidad para los próximos años”, añadió.