Al final solo llovió sagardo
Descripción
El Sagardo Eguna encaja como un guante en el concepto de fiesta solidaria. Promovida por la ONG local Taupadak, gracias al trabajo de un equipo de más de cien personas entre empresas colaboradoras, sociedades, bares, clubes y AA VV, todos sus beneficios se destinan al desarrollo de proyectos de cooperación en la Amazonía boliviana, así que su condición solidaria está fuera de toda duda.
Ficha
- Autor: I. M.
- Fuente: El Diario Vasco
- Fecha: 2016-05-15
- Clasificación: 5.2. Días de la sidra
- Tipo documento: Prensa
- Fondo: Sagardoetxea fondoa »
- Código: NA-006430
Texto completo
El Sagardo Eguna encaja como un guante en el concepto de fiesta solidaria. Promovida por la ONG local Taupadak, gracias al trabajo de un equipo de más de cien personas entre empresas colaboradoras, sociedades, bares, clubes y AA VV, todos sus beneficios se destinan al desarrollo de proyectos de cooperación en la Amazonía boliviana, así que su condición solidaria está fuera de toda duda. La de fiesta también, porque ayer la plaza Urdanibia volvió a recibir a cientos de irundarras que quisieron probar las sidras de una veintena de productores guipuzcoanos entre los que no faltó el sabor local gracias a la sidrería Ola.
La lluvia de las horas previas amenazó con deslucir la jornada, pero el público acabó acudiendo en gran número.
Miles de irundarras disfrutararon ayer del Sagardo Eguna en la plaza Urdanibia.
Todo el trabajo que con la mejor voluntad se realiza en los meses previos y especialmente en la jornada de ayer y la víspera estuvo en riesgo. Los chaparrones intermitentes durante la mañana parecieron coger consistencia en las primeras horas de la tarde. Amainó apenas una hora antes del txotx, previsto a las 18.00 horas, pero cuando empezó a escanciarse la sidra la plaza Urdanibia se veía poco poblada. «La verdad es que nos ha sorprendido ver tan poca gente cuando hemos llegado», decía Itziar, que entró en la alameda con sus amigas unos minutos antes de las seis. «Seguro que poco a poco se va animando. Si no, más sagardo para nosotras», dijo entre risas.
Lo cierto es que su optimista previsión se fue cumpliendo y la plaza se llenó de gente enseguida. El cielo pareció entender que no tocaba aguar la fiesta y respetó el desarrollo de la popular fiesta que este año ha cumplido 21 ediciones.