Sagardoaren lurraldea

Tres días por Guipuzcoa

Descripción

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Ficha

  • Fuente: blog.minube.com
  • Fecha: 2014-10-09
  • Clasificación: 4.2. Otras experiencias
  • Tipo documento: Prensa
  • Fondo: Sagardoetxea fondoa
  • »
  • Código: NA-005988

Texto completo

A pesar de su merecida fama, Donosti no es la única maravilla que puedes ver en Guipúzcoa como bien pudimos descubrir junto con Haritz en nuestra última escapada por el País Vasco en la que nos centramos precisamente en esto, en descubrir algunas de las cosas que esta provincia tiene que ofrecer. Comenzamos, por supuesto, en San Sebastian, Donosti, su capital. Yo he declarado en numerosas ocasiones mi amor incondicional a esta ciudad y a su bahía, a las calles del casco viejo y a sus cuidados y mimados pintxos, pero es que además tuvimos un día tan bueno que el ambiente que respiraba la ciudad era inmejorable. Así, bajo el calor del sol, Donosti enamora a las primeras de cambio. Nuestro recorrido, fue de lo más clásico, pero es una tradición que ya me gusta hacer cada vez que piso las calles de esta ciudad. Dar una vuelta por el casco viejo y comenzar con una rutita de pintxos para ir abriendo boca y haciéndote a las delicias de la zona. Hay un montón de bares y restaurantes y cada uno tiene su especialidad. Seguramente quién te haga de guía tendrá sus preferencias, pero si no, aquí tienes tres ideas: El Atari (todo un clásico), el Gandarias (y sus pintxos míticos de solomillo y tarta de txangurro) y La Cepa (y sus pimientos rellenos). Todo esto regado con bien de txakoli y ya estás listo para recorrer la ciudad con energías. Date una vuelta por sus calles para acabar paseando por Ondarreta o la Concha, incluso llegando hasta el Peine de los Vientos o siguiendo los caminos que cosen el monte Urgull, desde donde tendrás una vista preciosa de la ciudad y la playa. Tuvimos la curiosidad además de encontrarnos en época de mareas vivas, un fenómeno que se da en contadas ocasiones a lo largo del año y que tiene mareas mucho más altas (y por consiguiente más bajas) que de normal, lo que reduce a la playa de la Concha a su mínima expresión (en alta) y permite llegar andando hasta la isla de Santa Clara (en baja). Muy curioso. Con la llegada de la tarde, nos acercamos a la localidad de Astigarraga famosa por sus sidrerías. Antaño eran los sitios donde las familias iban a probar todas las sidras para decidir cual iban a comprar para el resto del año, así que se lo tomaban como un día casi festivo y allí se presentaban con algo de comida para ir acompañando a la bebida. Con los años se ha convertido en una auténtica tradición, ya estandarizada donde el menú es cerrado para acompañara la degustación de las sidras. Si quieres conocer un poco más de la elaboración no dejes de pasar por el Museo de la Sidra antes de irte hacia alguna de las sidrerías de la zona como la Sidrería Alonerrea y disfrutar del ¡Txotx!. Nuestro segundo día lo utilizamos para conocer un poco más el interior y nos fuimos a dar una vuelta por Tolosa y sobre todo a conocer el TOPIC, su precioso museo y centro de espectáculos dedicado integramente al mundo de las marionetas. Una joya de museo que recorre la historia y el mundo a través de los títeres y marionetas que se han utilizado a lo largo de siglos y en la actualidad en todas partes. Una maravilla. Si el día anterior nos habíamos dado a la Sidra, este día también nos íbamos a centrar en otro de los productos típicos de la zona. El Queso de Idiazabal, todo un emblema de Guipúzcoa ampliamente conocido, con un sabor espectacular a partir de queso de cabra. Justo unos días antes en el mercado de Ordizia, se había celebrado el concurso anual del Queso Idiazabal y tuvimos la suerte de conocer a los ganadores de la edición de este año, con un cuidado queso ahumado que pudimos degustar en su quesería. Un preciado manjar al que también le va muy bien el Txakoli, para que engañarnos. La tarde la empleamos para dar una vuelta por Azpeitia y Azkoitia, visitar la preciosa Basílica de San Ignacio de Loyola (que no por nada la llaman el pequeño vaticano) y convertirnos en Pelotaris en los frontones. Voy a detenerme un minuto aquí, porque el juego de la Pelota Vasca lo requiere. Nosotros jugamos con una pelota de niños y no os podéis imaginar por un lado lo difícil que era y por otro… lo que dolía. Después de un rato jugando, me hizo apreciar aún más a los pelotaris de verdad, que son capaces de dar esos golpes y mover la bola a través de las decenas de metros del frontón como si nada. Pura admiración. Tiene que ser alucinante poder ver un juego de pelota en vivo. Es algo que me apunto para la próxima vez. Eso si, a verlo, porque de esta experiencia acabé con la mano en hielo. Flojo que es uno. Nuestro tercer día lo decidamos a recorrer la costa vasca, en especial la zona del Geoparque. No había oído hablar antes del Flysch y me dejó alucinado. Voy a intentar resumir y sintetizarlo para que entendáis lo que vimos. Desde hace millones de años, los seres que han ido viviendo en el mar al morir se hundían hasta el fondo marino, compactándose y formando estratos. A lo largo de muchos millones de años se van formando muchos de estos estratos que son muy interesantísimos para los geólogos, pero claro, están en el fondo del océano. Ahora bien, hace unos milloncetes de años, la isla que ahora forma la península ibérica chocó contra la masa continental Europea, formando los Pirineos y a su vez levantando parte de estos estratos desde el fondo del mar que se quedaron como se pueden ver ahora, en forma vertical. Visualmente es impresionante, pero si lo visitas con un Geólogo entonces ya puedes prepararte para alucinar. Puedes acercarte al centro de interpretación de Zumaia a informarte y a apuntarte a los viajes diarios que hacen por la costa (en compañía de un geólogo). El Geoparque se extiende durante 13 kilómetros abarcando las poblaciones de Zumaia, Deba y Mutriku, que son encantadoras poblaciones de pescadores y que independientemente del Geoparque bien merecen una visita. De todas maneras si puedes acércate al mirador de Mendatagaina para ver unas vistas alucinantes del Flysch especialmente si es en marea baja. Cerramos nuestro viaje por la costa, disfrutando del atardecer y de Surf en Zarautz antes de cerrar nuestro viaje en Getaria, otra localidad preciosa en la que el puerto de pescadores sigue funcionando. Imagínate como se come. Una de las paradas obligatorias por la costa de Guipuzcoa, donde acabamos cerca del puerto marítimo en el Balearri, probando bonito y rodaballo recién pescados, entre otras delicias. Un perfecto broche final para un viaje que me reitera en mi enamoramiento de esta provincia. Descubrimos un montón de sitios más, ¡así que si te interesa no dejes de pasarte por nuestro plan de viajes!