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Gipuzkoa cierra una «muy buena» Semana Santa para el turismo

Descripción

Turismo / Gipuzkoa / Semana Santa / datos de los turistas / ocupación hotelera / Donostia

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Ficha

  • Autor: Arantza Aldaz
  • Fuente: El Diario Vasco
  • Fecha: 2014-04-21
  • Clasificación: 6.7. Pueblos
  • Tipo documento: Prensa
  • Fondo: Sagardoetxea fondoa
  • »
  • Código: NA-005617

Texto completo

El buen tiempo y la reactivación del mercado nacional han favorecido al sector. La ocupación hotelera ha alcanzado el 90% el jueves, viernes y sábado, un resultado que invita a sonreír a la temporada alta de verano. La película de las vacaciones de Semana Santa en Gipuzkoa no se puede cerrar con mejor decorado para la escena final: la lluvia. ¿Qué son unas vacaciones en el norte sin sacar un paraguas o un chubasquero? Los turistas se marcharían defraudados de no cumplirse esos tópicos que ya son seña de identidad del territorio: en Gipuzkoa (casi) siempre llueve, se come muy bien y es muy bonito. No andan equivocados. Las nubes han clausurado una Semana Santa excepcional, tanto en lo meteorológico como en el volumen de visitas. Con un sol y unas temperaturas casi veraniegas antes de que cayeran las primeras gotas, el sector ha tenido el tiempo a su favor para mejorar las previsiones que ya anticipaban una buena ocupación hotelera. Finalmente ha rozado el 90% los tres días festivos (jueves, viernes y sábado). Ayer la ocupación bajó al 50% y para esta semana no se espera una demanda extraordinaria. «El alojamiento ha ido muy bien, y aunque no dejan de representar el 1% de los días de todo un año, la Semana Santa ha sido muy buena», dice Kino Martínez, secretario de la Asociación de Hosteleros de Gipuzkoa, con 50 establecimientos hoteleros asociados (2.300 camas en total), además de los negocios de hostelería que también despiden los días festivos con buen sabor de boca, sobre todo en la costa. Aunque todavía no hay cifras oficiales, los primeros datos que maneja el sector apuntan a que se han superado las expectativas, unos resultados que invitan a sonreír a la temporada alta de verano. El buen tiempo ha puesto la guinda. El lleno en las calles ha sido total, gracias a los turistas alojados en los hoteles y a los excursionistas que vienen a pasar el día, un público especialmente cautivo de las previsiones meteorológicas que, cuando llueve, desaparece pero que se multiplica cuando luce el sol. Además del buen tiempo, varios factores han coincidido para decantar la balanza hacia el lado del optimismo. Para empezar, el periodo vacacional se ha celebrado más tarde -a mediados de abril-. La gente tenía ganas de tomarse un respiro, aunque sea echándose a la calle sin salir de su ciudad. En una coyuntura económica adversa, donde la palabra crisis sigue a la orden del día, cualquier previsión se realiza con cautela. Para eso son previsiones. Ahora, a toro pasado, se escuchan balances más tajantes: «estamos contentos», «ha ido muy bien», «hemos llenado» o, la mejor de las respuestas, no poder descolgar el teléfono por el ajetreo de clientes. A última hora, como siempre A diferencia del verano, cuando eclosiona el turismo internacional, las vacaciones de Semana Santa son un periodo que depende del comportamiento del turista nacional, un mercado de capa caída por la crisis. Por fortuna, el año pasado ya empezó a dar signos de recuperación y estas vacaciones también se ha reactivado. «El turismo nacional rebrota», constata Cuque Illa, directora de los hoteles Hesperia y NH Aránzazu de Donostia, que han colgado el cartel de completo dos noches. «La sensación es buena a pesar de que las ventas se empezaron a animar bastante tarde, porque ya los clientes reservan con cada vez menos anticipo. Además, se ha vendido a mejor precio que el año pasado», añade. Otro de los síntomas de recuperación se ha visto en las abarrotadas calles de Donostia. «Se ha movido más gente los días previos a los festivos. Ya desde el lunes pasado empezó a llegar gente», apunta Manu Narváez, director de San Sebastián Turismo. La capital guipuzcoana saca pecho después de un año redondo para el turismo, con cifras récords. Especialmente atractiva para los turistas internacionales, por la ciudad ya empiezan a asomar los primeros grupos de países extranjeros. «Cada vez llegan antes. El movimiento turístico repunta». A los encantos propios de Gipuzkoa se suman estos días los reclamos de municipios que celebran diferentes actos religiosos. Es el caso de Segura o Hondarribia, por cuya oficina de turismo ha pasado estos días un aluvión de visitantes, interesados en su mayoría por la procesión del Silencio, del Viernes Santos, que congregó a una multitud, cuentan desde la oficina. Los propios guipuzcoanos también han contribuido al éxito turístico. Aunque han sido legión quienes han puesto tierra de por medio estas vacaciones, también ha habido quienes se han quedado en casa, una ocasión perfecta para ejercer de turista, lo que se ha hecho notar en los negocios hosteleros, especialmente de la costa. «Lo ideal es que todas esas visitas también trasciendan al interior», apunta Kino Martínez, de la Asociación de Hostelería, un deseo que traslada para la temporada estrella, a la que el sector ya mira con esperanza.