"Teniendo en cuenta los productos que utilizamos, ir de sidrería no sale caro"
Descripción
Con el inicio de la temporada, diversas sidrerías de Astigarraga que han permanecido cerradas durante gran parte del año abren sus puertas por espacio de cerca de tres meses. Una de ellas es Mina, que ya se prepara para recibir mañana a los primeros clientes.
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Ficha
- Autor: M.R.
- Fuente: Noticias de Gipuzkoa
- Fecha: 2014-01-16
- Clasificación: 2.0. Sidrería
- Tipo documento: Prensa
- Fondo: Sagardoetxea fondoa
- Signatura: P15-7 »
- Código: NA-004674
Texto completo
Con el inicio de la temporada, diversas sidrerías de Astigarraga que han permanecido cerradas durante gran parte del año abren sus puertas por espacio de cerca de tres meses. Una de ellas es Mina, que ya se prepara para recibir mañana a los primeros clientes. astigarraga. ¿Cómo se presenta la nueva temporada? Se presenta bien, como todas. Porque, aunque el año pasado se registró una bajada en el número de visitantes a las sidrerías, por aquello de la crisis, tenemos la suerte de estar ante una costumbre muy instaurada entre la gente. Es una cuestión cultural. ¿Ha perjudicado a la nueva sidra el mal tiempo de la pasada primavera? Ha perjudicado a la manzana, porque la cosecha resultó bastante mala, sobre todo aquí en Gipuzkoa. Pero bueno, yo he traído de Bizkaia y de otros puntos de Euskal Herria, y esas manzanas están perfectas. Así que ese problema lo hemos solventado y la sidra ha salido bien. Así se ha asegurado durante la presentación de la temporada. Sí, porque las fermentaciones han resultado limpias, muy limpias, y rápida. La sidra ha salido agradable y seca. Solo queda cuidarlas bien y probar. Nada más. ¿Diferencias respecto a años anteriores? Pues como comentaba, quizás un poco más secas, con un poco más de punto amargo al final, pero eso se redondea con el tiempo. Al final, ese punto amargo resulta positivo, porque se trata de una especie de defensa para el producto de cara al paso del tiempo. Así que significa buen futuro. Todos los años se habla de que la sidra ha salido bien. ¿Es que acaso no hay malas temporadas? Es que nosotros no sabemos hacer mala sidra (ríe). La verdad es que sí que suele haber diferencias de un año para otro, sobre todo como consecuencia de las fermentaciones, de si han sido mejores o peores. Y este año el resultado ha sido una sidra limpia, agradable y sequita. Antes ha hecho referencia al descenso de visitantes de 2013. Sí, bajó, pero como bajó la actividad en casi todos los sectores de la sociedad, dada la situación económica. Mira, nosotros en Mina nos dedicamos solamente a la temporada. Tres meses de temporada, de pie... Sota, caballo y rey. La gente a la que le gusta esto acude, viva la situación que viva. Las dos sidrerías anuales no las perdonamos... Claro, es lo que yo digo siempre. Al que hace tres o cuatro sidrerías al año, el tema no le repercute mucho en el bolsillo. Otra cosa sería venir a cenar una vez por semana. Entonces sí puedes gastar demasiado. La queja general de que las sidrerías son caras continúa vigente. Yo creo que no, que ir de sidrería no es caro. Al menos con los productos que utilizamos nosotros. Reto a cualquiera a que vaya un día a comprar buen bacalao, buena chuleta, y que se los prepare en casa. A ver a cuánto le sale todo. ¿Se sabe comportar la gente cuando va de sidrería? Sí. Hasta hace unos años, quizás veías más borracheras que ahora. El ambiente era como más salvaje. Pero ahora parece que la gente ha bajado un poco el pistón. Por un lado algunos nos hemos hecho mayores y, por otro, parece que los jóvenes están mejor educados. Así que la gente es formal... ¿Venga de donde venga? Sí, sí. Nuestro público es fundamentalmente guipuzcoano, y también viene mucha gente de Iparralde, euskaldunes del otro lado de la muga que suelen ser encantadores. Y también en la sidrería detectamos una práctica muy común en Gipuzkoa. Consiste en traer a la sidrería al típico compañero de trabajo de Barcelona, de Madrid o de Nueva York que viene por viaje de negocios. Estos se suelen extrañar un montón al entrar, pero luego siempre salen con una sonrisa en la boca.