Catas de sidra (Usurbil y Hernani / Guipúzcoa). Lecciones espumosas.

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Ficha

Autor: Begoña del Teso
Fuente: El Correo
Fecha: 2010-02-17
Clasificación: 4.1. Experiencias de sagardun
Tipo documento: Prensa
Fondo: Sagardoetxea fondoa

Código: NA-000399

Texto completo

Los sidreros organizan catas para que los feligreses de la kupela conozcan el origen y las diversas calidades del oro líquido guipuzcoano. Catas de sidraUsurbil y Hernani Cúando: 20 de febrero de 2010 (11.00 horas). Sidrería Zelaia de Hernani. 27 de febrero de 2010 (11.00 horas). Saizar de Usurbil. Precio: 10 euros Reservas: Teléfono 943 550 575 y en prentsa@sagardoetxea.com De enero a abril, todos los caminos que atraviesan Gipúzcoa conducen a cualquiera de las muchas, muchísimas sidrerías donde se celebra noche tras noche el atávico y a la vez modernísimo ritual de comer en mesas alargadas, al lado de desconocidos y de pie tortilla de bacalao, bacalao con pimientos, chuletón y queso con nueces. Por poder, se puede beber vino (la época en la que quien así lo hacía era tirado al pilón, embreado o emplumado ya pasó) aunque incluso queda mejor pedir agua. El rito, sin embargo. exige acercarse cada cierto tiempo a las grandes kupelas, esperar que el sidrero abra la espita y coger al vuelo en vaso ancho un poco del líquido dorado que sale de la barrica con la suficiente inclinación para que el zumo de manzana fermentado rompa contra el cristal y todo siga sucediendo como mandan los cánones (los cánones de esta parte el Cantábrico, más hacia el Oeste, en Asturias, las normas de las casas de las sidras son radicalmente opuestas como sucede también en otros países de la manzana: Bretaña, Normandia o Inglaterra). Hora y media de clase La pasión guipuzcoana por la sidra es tal (en San Sebastián hay igualmente un puñado de sidrerías urbanas y en tiempos pasados había una casi en cada esquina) que ha embrujado a los habitantes de los territorios vecinos. En temporada, cientos de vascos del norte (de Hendaya, Biarritz, Bayona, Donibane Garazi) son transportados por tren y autobús hasta Saizar, Petritegi, Barkaiztegi, Garziategi, en el área que se extiende entre Astigarraga, Ergobia, Hernani, Usurbil y Oiartzun. En temporada, todo guipuzcoano orgulloso de serlo invita a sus amigos extranjeros a que se vengan para aquí y descubran el rito ancestral de la sidra y la chuleta. Para todos, propios y extraños, extranjeros y autóctonos, el Museo Vasco de la Sidra viene organizando desde enero unas emocionantes y emotivas catas en las que los maestros sidreros de lugares tan emblemáticos como Zapiain de Astigarraga, Txopinondo de Azkaine, en Lapurdi; Zelaia de Hernani y Saizar de Usurbil acompañarán a los visitantes en la degustación de las distintas sidras contenidas en las inmensas barricas, explicarán el origen de las manzanas cuyo zumo ha fermentado durante meses en noble madera y aludirán a las características de sabor y aroma de los diferentes zumos. Todo acompañado por unos pintxos. Todo durante hora y media. Todo a cambio de diez euros. No es demasiado por entrar en un mundo que asombra al viajero y sorprende al etnógrafo. Diez euros para descubrir también que hoy en día, muchos de los grandes productores de sidra son mujeres. Es el signo de los tiempos. Los tiempos del txotx, de la espicha, del mojón. Hablan los maestros Ninguna sidra se parece a otra como ningún vino de autor se asemeja a otro ni ningún whisky de malta a otro de cebada. Sin embargo, los grandes catadores de la cosecha de 2009 cuyo fruto líquido se degusta actualmente en la llamada Milla de Oro de la sidra (Astigarraga es el pueblo más rico de Guipúzcoa) afirman soberanos que los visitantes están encontrando en sus vasos una sidra seca y aromática de tonos verdes y amarillos. En boca resulta franca, no deja regusto azucarado y su acidez es mínima. Una pista diferente La sidrería de Azkaine. En la otra orilla del Bidasoa, en el pueblo de Azkaine, al pie del monte Larrun, de su bonito tren cremallera y sus incomprables vistas, encontramos una sidrería labortana: Txopinondo (Teléfono 0033559546234). Aunque similar en espíritu a las de Euskalherria Sur, ofrece detalles curiosos al visitante a las órdenes del maestro sidrero Dominique Lagadec: su museo, su boutique, la inclusión en el menú de pintxos de txistorra y chorizo a la sidra, el acompañamiento de la chuleta con patatas y pimientos y la oferta de un menú infantil en el que la sidra es sustituida por el mosto. www.txopinondo.com