Sagardoaren lurraldea

El palacio Barrena y D'Elikatuz acogen la exposición 'Gu itsasoa, munduaren atari'

Descripción

Eventos / otras actividades / exposición Gu itsasia, munduaren atari / palacio Barrena / D'Elikatuz / Albaola Itsas Kultur Erakundea, Zerain Pasaia Kulturala, y Caserío Museo Igartubeiti

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Ficha

  • Fuente: El Diario Vasco
  • Fecha: 2013-06-05
  • Clasificación: 5.8. Otros
  • Tipo documento: Prensa
  • Fondo: Sagardoetxea fondoa
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  • Código: NA-003819

Texto completo

Recoge la evolución y repercusión, a todos los niveles, de la cultura marítima en Euskal Herria a lo largo del siglo XVI Mencionar la sidra, puede que inmediatamente nos lleve a asociarla al ocio, a la gastronomía y por supuesto al 'ir de sidrería'. Sin embargo, la exposición 'Gu itsasoa', que hasta finales de este mes acogen el palacio Barrena y D'elikatuz, recuerda que, en la historia de la navegación, aquí en Euskal Herria, en aquellas campañas de nueve meses de duración en Terranova, de largas travesías, y sin posibilidad de avituallamiento, el agua no servía como bebida porque en seguida se perdía, por lo que a la hora de calmar la sed la tripulación recurría a la sidra, que se elaboraba en los lagares de los caseríos, y que en aquellos días del siglo XVI, el aprovisionamiento estipulaba 3 litros por tripulante y día, en total una media de 50.000 litros por embarcación y campaña. Promovida por, Albaola Itsas Kultur Erakundea, Zerain Pasaia Kulturala, y el Caserío Museo Igartubeiti, la exposición 'Gu itsasoa, munduaren atari', viene a mostrar el desarrollo de la actividad marítima en Euskal Herria a lo largo de aquella centuria y su implicación y repercusión en todos los demás sectores de actividad: minas, bosques, ferrerías, astilleros, agricultores, sidreros, comerciantes, navegantes, etc. Es decir, pretende reflejar la evolución que experimentó el territorio, ligada o de la mano de la cultura marítima. La muestra, en la red en la página, guitsasoa.com, trata de dar a conocer el contexto, físico, y socio-económico en el que se pudo fabricar un batel, y por extensión, una nao, a mediados del siglo XVI, y en consecuencia arrojar luz sobre los elementos que contribuyeron a la creación de este proceso constructivo. Parte de un acercamiento a las claves que propiciaron el desarrollo, entrelazado, de una industria marítima de primer orden que involucró a toda la sociedad y a todo el territorio, desde el interior a la costa. Recursos necesarios De salida recoge que nuestro pequeño rincón del Golfo de Bizkaia ha estado naturalmente provisto de los principales recursos necesarios para construir barcos. La excepcional concentración de materiales de óptima calidad junto al litoral, como el roble y el mineral de hierro, incitó a sus habitantes al desarrollo de la construcción naval. A partir de ahí pasa revista a la importancia de las minas de Somorrostro, ahora agotadas, que destacaban por la buena calidad de su hierro. Este mineral era procesado en cantidades industriales gracias a una importante red de ferrerías diseminadas en la vertiente atlántica del País Vasco, que demandaba grandes cantidades de carbón vegetal. Bosques en los que predominaba el roble; especie que en Europa ha sido la más estimada para la construcción naval. En aquella época los barcos eran construidos casi enteramente de roble. Prosigue por los ríos y caminos, los puertos, los astilleros, presentes en todos los cauces del litoral vasco, los oficios navales, l aprovisionamiento y el equipamiento de los barcos requería la participación de todo el territorio. La tarea de avituallar una nao, que requería una gran capacidad de gestión e inversiones muy importantes. Las rutas marítimas. Los corsarios. El intercambio de culturas, idiomas, etc, el patrimonio que ha llegado hasta nuestros días, etcétera. Desde el punto de vista de su presentación, y desarrollo argumental, la exposición inicia su singladura en el vestíbulo del palacio Barrena para de aquí pasar a D´elikatuz. Se trata de una exposición itinerante, en la que la madera, como soporte y en alusión a una materia prima fundamental en aquellos astilleros juega un papel indisociable. Muestra que se concibe como una suma de unidades autónomas, que en sí mismas, contienen los mensajes, una idea, una unidad, Igualmente, y desde ese mismo punto de vista, la exposición se plantea y brinda en los tres idiomas oficiales de Euskal Herria. La muestra, sobre todo por lo que a D´elikatuz respecta podrá contemplarse