Sagardoaren lurraldea

El caserío centenario del País Vasco convertido en una sidrería familiar: la favorita de Belén Rueda y otros actores de moda

Descripción

Este negocio familiar ubicado en Guipúzcoa tiene una larga tradición en la producción de sidra y el popular 'txotx' (ritual gastronómico) que los protagonistas de la película 'Un funeral de locos' pudieron vivir en primera persona

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Ficha

  • Autor: Marina Velasco
  • Fuente: elconfidencial.com
  • Fecha: 2024-10-16
  • Clasificación: 2.0. Sidrería
  • Tipo documento: Prensa
  • Fondo: Sagardoetxea fondoa
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  • Código: NA-017434

Texto completo

La idiosincrasia de un templo gastronómico vasco (las ruidosas tabernas de las de antes) ya se percibe en la barra, rebosante de copas y conversaciones entrecruzadas. Las ganas de devorar algún plato local se mezcla con el aroma hogareño que desprende este tipo de locales, tan arraigados a la tradición.

No hay un solo día en el que los lugareños no acudan a esta cuna de la sidra para dejarse llevar por el sabor casi endémico de su amplia gama con denominación de origen Euskal Sagardoa, elaborada con manzanas autóctonas, de cosecha temprana. Entre sus variedades hay algunas más "dulzonas" como Petri Rosé y otras de aromas frutales como Petritegi D.O. lata (una nueva gama para acercar el producto a los más jóvenes). Esta última se alzó con la medalla de oro en el Concurso Internacional Cider World de Frankfurt, en Alemania.

Hay destinos que refuerzan su popularidad gracias a algunas visitas inesperadas. Es lo que le ha ocurrido a Petritegi Sagardotegia, la reconocida sidrería vasca que el pasado domingo recibió a unos comensales muy especiales: el equipo artístico de Un funeral de locos, la nueva película de Atresmedia Cine, que llegará a los cines en 2025.
El templo de la sidra en Guipúzcoa
Figuras de destacada popularidad como Belén Rueda, Arturo Valls, Secun de la Rosa, Esmeralda Pimentel, Ernesto Alterio y Hugo Silva fueron testigos del mítico txotx, un ritual que debe su nombre al "palillo" que cubre el agujero de la barrica por la que sale la sidra. "Comida memorable", escribió en su cuenta de Instagram Gorka Otxoa, el actor que ejerció de anfitrión como buen vasco. En la actualidad, el término hace referencia a la acción de abrir el grifo de la kupela para servir la sidra en los vasos.

Los presentes hacen un parón en la comida y se disponen a colocar sus vasos bajo el tonel de madera, para que no se desperdicie ni una gota del refrescante líquido dorado, que no para de brotar hasta que el maestro sidrero cierra la ronda. Además, es el grito de guerra que pone en pie a los ya habituales clientes de las sidrerías vascas.

Ubicada en el municipio guipuzcoano de Astigarraga, la taberna familiar, que abrió sus puertas a principios del siglo XX gracias al trabajo y esfuerzo de Agapito Goikoetxea, se ha convertido en una visita recurrente para los que pasan por la zona. Pero, no es el único lugar en el que imprimen su esencia.
La revolución continúa con Malum Rex, el primer "saga bar" del planeta que incluye una parrilla carnívora-vegana y recomienda en la Guía Repsol el reputado chef Andoni Luis Aduriz. Sin embargo, la sidrería Petritegi es su verdadero distintivo y esconde siglos de historia bajo sus baldosas. Hace 500 años, un donostiarra llamado Petri (Pedro) de Igeldo ordenó la construcción de un caserío-lagar que sirviera como casa familiar, explotación agraria y fábrica de sidra.