Sagardoaren lurraldea

"Dibujos, pintxos y sidra", una noche mágica, colmada de arte, emoción y agradecimiento en el Gure Etxea tandilense

Descripción

El evento artístico “Marrazkiak, pintxoak eta sagardoa - Dibujos, pintxos y sidra” del pasado viernes en el Gure Etxea tandilense se convirtió en una de las veladas más memorables del año. Alrededor de 80 socios y amigos compartieron el 20 de octubre un atardecer mágico, plagado de arte y emoción.

argentina exposición gastronomía cultura sidra

Ficha

  • Fuente: Euskal Kultura
  • Fecha: 2023-10-23
  • Clasificación: 5.5. Exposiciones
  • Tipo documento: Prensa
  • Fondo: Sagardoetxea fondoa
  • »
  • Código: NA-015947

Texto completo

Tandil, Argentina. El evento artístico “Marrazkiak, pintxoak eta sagardoa - Dibujos, pintxos y sidra” del pasado viernes en el Gure Etxea tandilense se convirtió en una de las veladas más memorables del año. Alrededor de 80 socios y amigos compartieron el 20 de octubre un atardecer mágico, plagado de arte y emoción. Historias, imágenes y hasta sabores de Euskal Herria fueron los ingredientes que lograron producir un encuentro cultural exitoso que se extendió hasta pasada la medianoche.

La idea de Marcos Juárez Irureta, directivo de Gure Etxea y coordinador de la actividad, fue la de amalgamar diferentes lenguajes artísticos, en este caso, la ilustración y la literatura. Para ello convocó al ilustrador y humorista gráfico balcarceño Iñaki Echeverría y a la profesora de Literatura Valeria Aramburu, autora de “El mar en sus ojos”, obra ganadora de la edición 2017 del certamen literario “Mis raíces inmigrantes”.

Emoción palpable

Frente a un público diverso conformado por integrantes de los distintos ámbitos de la Euskal Etxea, la autora narró su cuento premiado, al tiempo que, justo detrás de ella, Echeverría ilustraba el relato con diferentes estampas de Euskal Herria. Las historias de familia se vieron reflejadas en la narración, en las imágenes, y la emoción de los pelotaris, muslaris, dantzaris, estudiantes de euskera, familiares y amigos congregados se hizo palpable.

“Fue una maravillosa forma de compartir cultura. No nos esperábamos ese impacto. Al terminar, la gente se nos acercó, y con lágrimas en los ojos nos agradeció haberlos conectado con sus propias historias” resume, ella misma también conmovida, la escritora tandilense Valeria Aramburu a EuskalKultura.eus.