Sagardoaren lurraldea

Demetrio Terradillos, el mago de la sidra

Descripción

Ayer, Gasteiz premió a este atípico elaborador, que con sus sidras Saarte y Gentilen Lurra, lleva dos décadas dignificando una bebida considerada por muchos de segunda

marca sidra premio sidrería urbitarte

Ficha

  • Autor: Josema Azpeitia
  • Fuente: Noticias de Gipuzkoa
  • Fecha: 2023-06-06
  • Clasificación: 2.1. Sidra
  • Tipo documento: Prensa
  • Fondo: Sagardoetxea fondoa
  • »
  • Código: NA-015890

Texto completo

Iba a titular esta crónica Basajaun de la sidra, por el carácter del protagonista y por la proximidad de su sidrería a la casa natal de Aita Barandiaran, quien tanto nos ilustró sobre nuestra mitología, pero “mago” es más directo y, sin duda, es magia lo que Demetrio Terradillos ha conseguido con la sidra.

Ayer se entregaron en Gasteiz los Premios Materia Prima, una iniciativa ideada por ese gastrónomo irredento que es Pepe Barrena que ha querido con ello “reconocer a los productores artesanos que están marcando una nueva etapa en la alimentación y dar a conocer sus elaboraciones”. Pepe, persona dotada de buenos contactos y un poderoso poder de convicción, ha conseguido que la Diputación de Araba y la Agencia Vasca del Turismo Basquetour se mojen en el asunto y éste adquiera un fuerte empaque.

Y entre los cuatro productos premiados se encuentra la sidra Saarte de este amezketarra, que en 1989 adquirió en Ataun el caserío, y que con la ayuda de su mujer, la abaltzisketarra Itziar Irastorza, transformó en la actual sidrería Urbitarte.

“Quique Dacosta me sorprendió muy gratamente”
“Quique Dacosta me sorprendió muy gratamente”
Josema Azpeitia
Demetrio, como digo, ha hecho magia en el mundo de la sidra, ya que desde un principio decidió dignificar un producto siempre minusvalorado y hasta despreciado en comparación con otros como el vino. Ese empeño ha supuesto una ardua labor no exenta de dificultades e incomprensiones. “Cuando saqué mi primera sidra en 1991, no le gustaba a nadie. Era más limpia, trasegábamos las manzanas, cuidábamos la higiene… Conseguimos una sidra alejada de aquellas sidras que te dejaban el estómago destrozado… pero a la gente se le hacía sosa. Nosotros sabíamos que estábamos haciendo las cosas bien y seguimos en ese camino. Y poco a poco, la gente se fue acercando a nuestra sidra cada vez más”.