Un lagar vasco incorpora un tapón de rosca con escanciador a sus botellas de sidra
Descripción
"Es más higiénico, más cómodo para servir y permite una mejor conservación de la bebida una vez que se abre el envase", afirma el elaborador guipuzcoano Ion Zapiain
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Ficha
- Autor: José A. Ordóñez
- Fuente: La Nueva España
- Fecha: 2023-06-01
- Clasificación: 2.0. Sidrería
- Tipo documento: Prensa
- Fondo: Sagardoetxea fondoa »
- Código: NA-015855
Texto completo
Un tapón de rosca y un sencillo dispositivo en el interior del cuello de la botella que permite echar la sidra a media altura de manera similar a los escanciadores de plástico, pero con mayor comodidad e higiene. Esta es la novedad que ha puesto en el mercado Zapiain, marca sidrera con sede en Astigarraga (Guipúzcoa) y una de las más arraigadas y populares del País Vasco. «Se trata de un invento nuestro de finales del año pasado que ya está en todas las botellas que vendemos, excepto en las que son retornables», detalla a LA NUEVA ESPAÑA Ion Zapiain, responsable de la bodega.
Según explica el lagarero vasco, este novedoso tapón escanciador está pensado para echar la sidra desde una altura de quince o veinte centímetros, la habitual en Euskadi, donde la sagardoa (sidra) no se tira desde lo alto como en Asturias. «El tapón al uso no nos convencía demasiado, así que estuvimos dándole vueltas al asunto y nos decidimos por esta opción», explica Zapiain, quien asegura que el cierre de cápsula que han incorporado a sus botellas es hermético y da mejor resultado que el corcho convencional. «Para nosotros es fundamental una buena conservación, así como la higiene y también la comodidad para echar la sidra», afirma. Con el nuevo sistema, las botellas se abren a mano, sin ningún tipo de herramienta. Luego, se cierran de manera sencilla, una vez servida la bebida. Ion Zapiaín también destaca que con el tapón de rosca o pilfer, que es el utilizado por algunos de los elaboradores de vino más prestigiosos del mundo, se conservan mejor las cualidades de la sidra una vez abierta la botella que si se usan los corchos tradicionales o las tapas de plástico.
La pieza de escanciado que Zapiain incorpora al interior del cuello de sus botellas se utiliza una vez abiertas sin ningún tipo de manipulación adicional, evitando así que la pureza de la bebida se contamine con tapones de escanciado que se colocan a mano y son usados de manera indiscriminada tanto en las sidrerías como en otros ámbitos de consumo.
Zapiaín afirma que la implantación del tapón de rosca con escanciador no ha afectado al precio de venta de la sidra, que sí se ha incrementado a nivel general en el País Vasco para hacer frente al encarecimiento del vidrio, el cartón, la energía y el gasóleo. El consejo regulador del sello de calidad de la sagardoa ya advirtió hace unos meses de que el precio subiría alrededor de un 25% a lo largo de este año, situándose en el entorno de los cuatro euros.
En el País Vasco, con medio centenar de elaboradores en activo, la mayor parte de ellos en Guipúzcoa, se produjeron en 2022 alrededor de 1,2 millones de litros de sidra acogidos a la marca de calidad. Se usaron pasa ello dos millones de kilos de manzana, tras una cosecha aún menor de lo que se esperaba. En Asturias ese mismo año salieron de los lagares 2,3 millones de litros de caldos elaborados bajo los criterios de la Denominación de Origen Protegida (Dop), con 3,2 millones de toneladas de manzana de las variedades de alta calidad autorizadas por el consejo regulador de la marca.
Ion Zapiain asegura que el sector de la sidra en el País Vasco vive unos momentos «complicados» a causa de la subida de los costes de elaboración, pero que se trata de un sector «activo». Las sidras que se están degustando este año en Euskadi son más tánicas y de mayor graduación alcohólica de lo que suele ser habitual. Los profesionales esperan una cosecha abundante de manzana de cara a la próxima temporada.