Diferencias entre la sidra vasca y la asturiana
Descripción
Mientras tanto, en Asturias, aunque no hay una temporada concreta para acercarse a la sidrería, disfrutan también de esta bebida. Son dos maneras de entender la sidra. Dos maneras de elaborar y consumir un producto que es imposible desligar de Euskadi y Asturias. ¿Es una sidra mejor que la otra?
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Ficha
- Fuente: El Diario Vasco
- Fecha: 2023-02-22
- Clasificación: 2.1. Sidra
- Tipo documento: Prensa
- Fondo: Sagardoetxea fondoa »
- Código: NA-015642
Texto completo
Euskadi y Asturias son territorios sidreros por excelencia. Ambas comunidades son conocidas y reconocidas por la producción de esta bebida que forma parte de la identidad de ambas regiones.
En Gipuzkoa nos encontramos en plena temporada sidrera. Las sidrerías se llenan durante estas primeras semanas del año de comensales deseando probar la nueva sidra y con ganas de disfrutar de la carne y el pescado entre amigos y kupelas.
Mientras tanto, en Asturias, aunque no hay una temporada concreta para acercarse a la sidrería, disfrutan también de esta bebida. Son dos maneras de entender la sidra. Dos maneras de elaborar y consumir un producto que es imposible desligar de Euskadi y Asturias.
¿Es una sidra mejor que la otra? Rotundamente no. Sencillamente, son diferentes y disfrutar más de una o de la otra es una mera cuestión de gustos. La sidra vasca es más amarga y ácida, con un aroma fuerte, similar a una combinación de manzanas maduras y verdes. Esto la hace no sólo diferente a la sidra asturiana, sino a muchas de las que se fabrican en distintas zonas del mundo. También es característico su color, amarillo con combinaciones de dorado.
La sidra asturiana, por su parte, es menos ácida y se elabora con manzanas más frescas. Estas diferencias de sabor provienen de las que existen tanto en la elaboración como en la propia manzana que se utiliza para prepararlas, dado que el clima influye en que los manzanos de uno y otro lugar (por mucho que ambos crezcan en clima atlántico) sean diferentes.
Al margen de la propia materia prima, a la hora de la elaboración hay dos cuestiones que inciden directamente en que ambas sidras sean diferentes: por un lado, está la temperatura a la que se almacena. La sidra en Euskadi está más fría en las kupelas que en Asturias, lo que deriva en una mayor acidez. Además, en el País Vasco se prensa más la fruta, lo que también marca su sabor.
La sidra asturiana se trasiega, lo que resulta clave en la obtención de su sabor
El trasiego, determinante
También resulta decisivo en el sabor de una y otra sidra el trasiego. La sidra vasca no se trasiega, sino que se fermenta durante todos los meses en la misma kupela. En Asturias, sin embargo, se trasiega. Esta práctica consiste en el cambio de unos toneles a otros de la nueva temporada de la sidra, que lleva fermentando desde otoño a bajas temperaturas. Se considera uno de los momentos clave de su elaboración, ya que es la mezcla de las distintas sidras de cada lagar la que imprime su personalidad. En líneas generales, se elimina el residuo que queda en el fondo y se mezcla la sidra para lograr un sabor uniforme con los amargos, dulces y ácidos.
Estos son algunos de los factores clave que provocan esa notable diferencia entre la sidra asturiana y la vasca. Dos versiones de una misma bebida que lleva siglos cautivando a locales y visitantes y que gracias a su personalidad se ha convertido en uno de los reclamos gastronómicos de ambas comunidades.