Sagardoaren lurraldea

La sidra de verano que sabe a sandía

Descripción

Hace poco más de un año nacía en Vigo, en el corazón del barrio de Teis, un proyecto empresarial con más ambición por la calidad que por la cantidad y la convicción de que la sidra tiene todavía un amplio horizonte por recorrer, como lo demuestran las tendencias del mercado, donde cada vez ocupan más espacio en las estanterías debido al incremento de la oferta.

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Ficha

  • Fuente: La Voz de Galicia
  • Fecha: 2022-06-09
  • Clasificación: 2.2. Productos
  • Tipo documento: Prensa
  • Fondo: Sagardoetxea fondoa
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  • Código: NA-015029

Texto completo

ace poco más de un año nacía en Vigo, en el corazón del barrio de Teis, un proyecto empresarial con más ambición por la calidad que por la cantidad y la convicción de que la sidra tiene todavía un amplio horizonte por recorrer, como lo demuestran las tendencias del mercado, donde cada vez ocupan más espacio en las estanterías debido al incremento de la oferta.
Para ello juntaron sinergias los vigueses Celso Gómez Corbal y el inquieto chef Javier Acosta, que ya contaba con experiencia previa en el sector de las bebidas artesanas tras poner en marcha la de cerveza RoyBeer (ahora aparcada para centrarse en la sidra).
Gómez procede del sector del turismo y el márketing. Acosta lleva más de una década en los fogones del Lisboa (el restaurante del Hotel Zenit) y juntos hacen un gran equipo que ha logrado situar su marca donde querían centrarla para dar un buen servicio en el entorno de proximidad en hostelería, donde está presente en numerosos locales (tiendas, bares y restaurantes entre Vigo y Pontevedra. También han llegado a algunos establecimientos en A Guarda, Santiago de Compostela, Ourense o Allariz) y sus puertas están abiertas al más allá a través de pedidos online en su web heracider.com.
Con su lema «Desde Teis, una sidra natural para el mundo», empezaron con variedades que se procesan y fermentan en una nave en el barrio de Guixar, cada una de modo diferente y graduaciones que van desde los 6,5% de la semiseca original, a los 8,5% de la natural verde y la hard caramelo. Actualmente elaboran la de lúpulo (Hoppy Cider, de 6,5%) y de kiwi con lima (4,5% grados), pero de cara a los meses de calor quisieron experimentar con un nuevo sabor de burbuja fina que no puede ser más veraniego y refrescante que la sandía, para tomarla en las terrazas, con hielo o sin él, en maridaje con quesos u otros aperitivos.

El lanzamiento ya está en la calle y el estreno alcanza notas altas por parte de los primeros catadores. «La hacemos combinando el mosto de la manzana con los jugos de sandía propiamente dichos. Otras marcas añaden colorantes para que se parezca al color de la fruta, pero nosotros decidimos ir en contra de la vista en favor de lo natural. Tiene un color más intenso que las otras dos, la de kiwi y la de lúpulo, tirando a rosado, pero no es rojo», advierte.

Acosta explica que se trata de una sidra muy dulce, pensada para todos los públicos, incluso para aquellos que son reacios al sabor ácido de la sidra y al amargo de la cerveza y añade que tiene un aroma que se puede confundir a veces con melón «y como característica se puede apreciar un poco de poso de levadura en el fondo de la botella, reflejo de la refermentación espontánea, debido a la forma de embotellar más artesana que hay», aclara el profesional, que tiene claro que no todas las referencias de Hera le van a gustar a todo el mundo, pero pretende que a todo el mundo le guste alguna de ellas, «por eso queremos tener un abanico amplio de posibilidades y no descartamos sacar incluso un sabor más antes de que acabe el año. Este es un paso más para afianzarnos como fabricantes artesanos», reflexiona el vigués ante la nueva referencia que estará próximamente a la venta en la web, y para la que han diseñado una etiqueta más ligera, en la que una sandía, una manzana y un perrito disfrutan del sol en la playa.

Los socios advierten que aunque les han pedido colaboraciones para crecer en el País Vasco y Portugal, por ahora prefieren afianzarse en la cercanía, «y más adelante, ya veremos». La sidra Hera toma el nombre de una perra que le acompañó durante 13 años «y creía que era humana», asegura. Tanto el nombre como el logo de la marca se basan en un dibujo con boli Bic que hizo su amigo el artista madrileño Óscar Cerdán @hiperbolico3. La empresa también ha lanzado algunos productos de merchandising con su imagen, como sudaderas, camisetas o abrebotellas.
Un poco de historia.

Premios. La variedad de lúpulo de Hera logró una medalla de bronce en el XI Salón Internacional de les Sidres de Gala 2021, concurso internacional de Gijón donde se dieron cita 230 sidras de varios países y más de 70 bodegas. La misma referencia se llevó una medalla de oro en el Concurso de Sidra Internacional Sagardo Fórum de San Sebastián, donde la de kiwi y lima también logró dos bronces. En la fábrica viguesa trabajan con lúpulo nacional de alta calidad y manzana Nicoter de Italia. «Nos gustaría que fuera toda de aquí, y la usamos mientras hay, pero no hay suficiente producción», lamenta.