Sagardoaren lurraldea

La mitad de las sidrerías siguen en verano

Descripción

La campaña de sidra apura los últimos tragos con la noción de que la clientela ha "agradecido" el fin de las restricciones en las kupelas. El 45% de los locales se mante

ocio gastronomía sidra sidrería verano

Ficha

  • Autor: Oskar Ortiz de Guinea
  • Fuente: El Diario Vasco
  • Fecha: 2022-05-26
  • Clasificación: 2.0. Sidrería
  • Tipo documento: Prensa
  • Fondo: Sagardoetxea fondoa
  • »
  • Código: NA-015015

Texto completo

Aquel viernes 13 de marzo de 2020, más de una persona empezó a tomar en serio al coronavirus en Gipuzkoa –por entonces aún un virus en expansión que no había pasado al estadio de pandemia mundial– cuando las sidrerías bajaron la persiana en plena temporada alta. Reabrieron –no todas– como pudieron en febrero de 2021, gracias al espaldarazo del TSJPV, aunque con mascarillas, distancias, mamparas, botellas y jarras. Nada de kupelas. La luz se hizo este año, especialmente cuando en abril decayó el decreto que nos liberaba del cubrebocas en interiores, y normalizó cada visita al 'upeltegi'. Y a punto de terminar la temporada tradicional, que este año se ha alargado algo más al haber comenzado también más tarde –a mediados de febrero–, la primera impresión es que «la gente tenía ganas de txotx». Y los sidreros, de trabajar.

La temporada de txotx, que tradicionalmente se prolongaba hasta Semana Santa y últimamente se mantenía todo abril, apura sus últimos tragos. De hecho, algunas sidrerías echaron el cierre el domingo pasado y otras lo harán este fin de semana, aunque cada vez son más las que permanecen abiertas todo el año, algunas con servicio de kupelas y otras solo con botellas. Prácticamente el 45% de los establecimientos de Gipuzkoa continuará abierto todo el año. Es un porcentaje similar a 2021, según los datos de Sagardogile Elkartea, que el próximo martes expondrá su balance de una temporada en la que los sidreros han esbozado una sonrisa que parecía borrada del rostro.

«La sociedad no está para echar cohetes. Entre las subidas de precios y los sueldos nada boyantes, sobre todo en el caso de los jóvenes, mucha gente mira más el bolsillo y lo primero que quita es el ocio: el café, el restaurante... Pero bueno, no nos podemos quejar de cómo ha ido la temporada», señala Aitor Bereziartua desde la sidrería familiar en Astigarraga. «Desde que abrimos el txotx –añade–, la clientela ha respondido y es de agradecer, porque veníamos de dos años muy malos. Se ha notado que la gente tenía ganas de volver a la sidrería».

Las sidrerías perciben que quien visita sus kupelas lo hace «con tranquilidad», sin miedo al Covid salvo en el caso de una minoría
La misma impresión tienen en Petritegi, donde Amaia Sasian asegura que «la gente estaba con ganas de ir al txotx, y nosotros de trabajar con cierta normalidad. La temporada ha ido bien».

En general, ir «bien» en las sidrerías significa llenar el sábado en la campaña del txotx, funcionar bien el viernes y mantenerse al ralentí el resto de días, con varias jornada de cierre en según qué casos. Lo que sí han percibido desde hace unos años –incluso antes de que la pandemia y las restricciones horarias recortaran la noche y nos llevaran a exprimir el día– es que los sábados se trabaja más al mediodía que por la noche. «Hemos estado llenando para comer, y si lo hacíamos por las noches significaba que al mediodía no había sitio», explica Amaia de Petritegi. «Los controles de alcoholemia influyeron para que cambiara la tendencia», opina Aitor desde Bereziartua, que desde el año pasado abre los viernes al mediodía.

Mucho mejor txotx que botella
Tras las restricciones de la pandemia, los viejos hábitos han vuelto a las sidrerías. Aitor y Amaia coinciden en que aún se percibe cierto «miedo» o «psicosis» en torno al Covid, sobre todo en la población de cierta edad, pero en general «la gente viene al txotx con tranquilidad». Aún ven «alguna mascarilla» entre las kupelas, pero son «muy pocos» los que piden la sidra embotellada. «O es una persona mayor, o tiene algún problema de movilidad», precisa Aitor.

La pandemia ha llevado a hacer planes más diurnos y se nota: ha sido más fácil llenar un sábado al mediodía que por la noche
Petritegi es uno de esos establecimientos que no cierra en todo el año, aunque este mes de mayo «ya se ha notado un bajón», al no ser un mes con tanta tradición. Bereziartua, en cambio, mantendrá su costumbre de cerrar «el último sábado de mayo».

TEMASSidra, Sidrerias