"La sidra tiene que llegar al consumidor joven"
Descripción
Los Exner Argüero, de padre vasco alemán y madre asturiana, han sido siempre inquietos. Apasionados por el desarrollo de oportunidades de negocio y testigos desde su hogar, asentado en La Rioja, del espectacular desarrollo del vino en las últimas décadas, se preguntaban: ¿por qué la sidra no?
Ficha
- Autor: Ana Segura
- Fuente: El Comercio
- Fecha: 2021-02-25
- Clasificación: 2.1. Sidra
- Tipo documento: Prensa
- Fondo: sagardoetxea fondoa »
- Código: NA-012984
Texto completo
Los Exner Argüero, de padre vasco alemán y madre asturiana, han sido siempre inquietos. Apasionados por el desarrollo de oportunidades de negocio y testigos desde su hogar, asentado en La Rioja, del espectacular desarrollo del vino en las últimas décadas, se preguntaban: ¿por qué la sidra no? El interrogante, sumado a un 'bypass' laboral, propició un cambio de rumbo casi visionario porque en 2019 se consumieron en el país 97 millones de litros de la bebida, un crecimiento del 4,25% respecto al año anterior y del 9% respecto a 2017. Su producto viene en botellín y se aleja de la tradicional sidra natural, con un formato similar a las 'ciders'.
-Las grandes marcas cerveceras apuestas por las 'ciders'.
-Su apuesta es beneficiosa para el sector. A mí, particularmente, me encanta. Disponen de medios de promoción e inversión inasumibles para cualquier productor y eso, sin duda, contribuirá a posicionar el producto en el mercado. A partir de ahí, empieza nuestra liga, que es la calidad y la captación de quien apuesta por el producto cuidado, gastronómico, natural.
-En realidad, sidra y 'cider' poco tienen que ver
-Una sidra puede ser 'cider' pero no sucede lo mismo a la inversa. No se trata de un nombre comercial o, simplemente, de una traducción del inglés. En España y en Francia para que la bebida se llamen sidra es imprescindible que se elabore exclusivamente, con mosto de manzana, algo que no ocurre en el Reino Unido o Estados Unidos. La nuestra lo es.
-¿En qué más se diferencia?
-En nuestro caso concreto, quisimos dar un punto más gastronómico a la bebida. Estudiamos distintas variedades de manzana y apostamos, para diferenciarnos de los productos de Normandía o bretones, más dulces o amargos, por la acidez. No significa que sepa parecido a un limón, ni mucho menos, pero elegimos manzanas de acidez extrema.
-¿Con qué objetivo en mente?
-Elaborar el mejor producto posible con la manzana. El mercado está abierto a estas sidras porque encajan perfectamente con los hábitos y preferencias de consumo. Los productos de la tierradad, lo natural, está en auge.
- ¿Dónde reside su nicho de negocio?
-Nuestros mejores clientes son los distribuidores de cervezas artesanas. Igual que existe un interés por las ipas, empieza a surgir un fenómeno parecido con las sidras.
-¿El futuro de la sidra va por enfocarse en estos nuevos formatos?
-Todo es compatible. Los estudios revelan que el consumidor de sidra es cada vez mayor por lo que hay que llegar al joven. Nuestro usuario tipo es hombre o mujer de entre y 35 y 55 años inquieto, preocupado por qué consume, capaz de disfrutar de los momentos. Creemos que encaja muy bien con el sexo femenino, habitualmente olvidado en el mundo de las bebidas .
-Está convencido del potencial de la sidra
-Soy tremendamente optimista y no entiendo los mensajes negativos del propio sector. Es fundamental la profesionalización y la innovación. No puede ser que todas las sidras cuesten lo mismo, es un sinsentido, porque algunas se elaboran con todo el rigor, cuidando el producto; otras, a patadas.
-¿Cuál es el balance tras poco más de un año en el mercado?
-La acogida ha sido fantástica pero aún nos queda todo por hacer en el campo de la comercialización. Hemos vendido 60.000 botellas y pretendemos alcanzar las 120.000 este año. El objetivo es alcanzar las 400.000. Estamos ya en Alemania, Estados Unidos, República Dominicana y Portugal. La internacionalización es un reto y también el desarrollo de otros productos.