Sin txotx también hay vida
Descripción
No soy de sidrería, pero al año alguna hago. Me lo paso bien cuando alguien grita ¡txotx! Y en ese momento puede pasar cualquier cosa, sobre todo, cuando se nos ponen rojitas las orejas... Tres sagardotegis hay en mi entorno. Txotx 1. Empiezo por el más veterano, Miguel Mari Lasa.
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Ficha
- Autor: Javier Zurutuza
- Fuente: El Diario Vasco
- Fecha: 2021-03-18
- Clasificación: 2.4. Txotx
- Tipo documento: Prensa
- Fondo: sagardoetxea fondoa »
- Código: NA-012969
Texto completo
No soy de sidrería, pero al año alguna hago. Me lo paso bien cuando alguien grita ¡txotx! Y en ese momento puede pasar cualquier cosa, sobre todo, cuando se nos ponen rojitas las orejas... Tres sagardotegis hay en mi entorno.
Txotx 1. Empiezo por el más veterano, Miguel Mari Lasa. «Tienes nombre de ciclista», le dije. Miguel Mari es un hombre afortunado. Sus dos hijos, Mikel y Joseba, han decidido con toda la ilusión del mundo seguir el camino que comenzó su aita. Isastegi Goikoa sagardotegia. Ya en 1640 había un Lasa por estas tierras, y ya como era habitual se hacía sidra para consumo particular y amigos. Y damos un salto en el tiempo. 1982. Miguel Mari descubre que vendiendo leche, productos de la huerta y algo de sidra que hace en el caserío no tiene futuro. Se la jugará. Habilitará la vieja cuadra donde guardaba el ganado y con sus manzanas y en 1983 producirá 12.000 litros de sidra que guardará en cuatro viejas y destartaladas kupelas de 3.000 litros cada una que compra a Eula. Después de trabajo, trabajo y más trabajo, hoy día Isastegi Goikoa es uno de los más importantes productores de sidra.
Txotx 2. A los Lasa les brota la ilusión por todas partes del cuerpo. «Queremos mejorar todo lo que sea posible», dicen, y, sobre todo, «tienen un objetivo, quizás una utopía», que la sidra sea 100% autóctona. Además, en un pinar ahora vacío van a plantar manzanos a 600 metros de altura, toda una novedad aquí, me dicen. «Solemos ir a una feria a Lugano, en Italia, sobre la manzana, y allí vimos que se plantaba la manzana a esas alturas, por lo que si allí se hace ¿por qué no aquí? Es una manzana más pequeña, muy aromática y más goxua», dice. La sidra tiene futuro, pero hace falta gente joven. ¿Qué tal habéis empezado la temporada? ¿Se echa en falta el txotx? «Hemos empezado muy bien, hemos puesto un autobús que sale desde la Musika Eskola a las dos de la tarde, y aunque no hay txotx hay buen ambientillo».
Txotx 3. De Isastegi a Eguzkitza, Jon iba para ingeniero. Sacó la carrera, pero la variante trastocó sus planes. La obra tiró el viejo caserío que perteneció al vizconde de Álava y que data, qué casualidad, de 1640. Solo quedó el cobertizo y el estercolero. Sus aitas, Mª Luisa Otaño y Rufino Cipitria tenían otros planes: «Si ya hacíamos sidra para amigos y familiares, ¿por qué no hacer una sidrería en el cobertizo? Este año cumplen 25 años haciendo sidra con manzana de aquí. Durante la conversación Jon me contó algunas de las anécdotas que le contaba su osaba José Antonio Olano. La barcaza que tenían para pasar los bueyes al otro lado del río, cómo los de Olarrain guardaban su batel en el caserío... «Si algún día vas dile que te enseñe ese museo fantástico sobre la elaboración de la sidra, y la historia del 'gurdi motza'». «Qué bien poder venir andando», le dije. «Vosotros venís andando, los jóvenes en taxi».
Txotx 4. Y de Usabal a Lizartza. Estuve con Karmelo Goikoetxea en su sidrería, que también está en un caserío, Austegi 1610, y que también la hizo en la cuadra del mismo. Me llamó la atención una foto. No el protagonista Erik Jaka, sino lo que ponía: «Lizartzako lehen pilotari profesionalari, atseginez, ondo bidea irekitzeagatik». Resulta que Karmelo fue el primer pelotari profesional de Lizartza. «De segunda, eh», me dijo. Empezó con la sidra como hobby, es más, sus manzanas las vendía a otras sidrerías. Pero se cerró Gorostidi, donde trabajó toda la vida, y montó una sidrería preciosa. Y qué bacalao hace su hermana Xixili.