Catas guiadas en las sidrerías de Sagardoetxea. Nueva iniciativa de Sagardoetxea.
Descripción
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Ficha
- Autor: Dominic Lagadec
- Fecha: 2009-03-01
- Clasificación: 3.6. Publicaciones
- Tipo documento: Revistas
- Procedencia: K151-6
- Fondo: Sagardoetxea fondoa »
- Código: NA-000012
Texto completo
Probaketa representa una de las tradiciones más íntimas del mundo de la sagardoa. Un ritual que lleva a visitar las sagardotegis para comprobar el resultado de la cosecha, mediante su degustación. La propuesta que planteamos en Sagardoetxea consiste en visitar la sidrería y realizar una cata guiada de nivel avanzado por el mismo maestro de bodega o enólogo para conocer de primera mano las peculiaridades del producto de la temporada. De esta forma, ya se han realizado distintas catas guiadas en las sidrerías de Sagardoetxea (Zapiain, Lizeaga , Rezola (Astigarraga) , Txopinondo (Azkaine), Saizar (Usurbil) y Zelaia (Hernani). En la cata que se hizo el 7 de Marzo en Txopinondo y Saizar, estuvieron miembros de Sagarta Sagarno Kofradia y los máximos responsables del relanzamiento de la producción de sidra en Cantabria. El grupo de 8 personas encabezado por Javier TAZON RUESCAS recibió las explicaciones de Fernando BADILLO enólogo de Saizar. La visita comenzó por una explicación detallada del proceso de elaboración de la sagardoa mientras se recorrían las instalaciones. Luego, tras hacer boca con unos huevos duros, pasamos a la cata, perfectamente sincronizada. Esto es, primero se probaron tres kupelas representativas de los tres palos principales necesarios para obtener una buena sagardoa : acido, amargo y suave. Acto seguido se cataron kupelas monovarietales : moko, errezila, y erreineta. Una pausa con pintxos de antxoas y bakalau, y pasamos a estudiar las virtudes de la kupela preparada para el siguiente embotellado. Lo mismo se hizo en Txopinondo con la diferencia de que en lugar de detenerse en las instalaciones se dedico media hora para visualizar un video describiendo los pormenores de la producción de sagardoa, parándolo para dar las explicaciones complementarias acorde al bagaje de los catadores presentes. Que sea dicha la verdad, a nadie se le ocurrió escupir el caldo probado, por lo tanto es necesario prever unas dos horas para probar y digerir a la vez en tales circunstancias.