Sagardoaren lurraldea

Sin insectos polinizadores ni aves no hay sidra

Descripción

Todos los agricultores saben que la producción de los cultivos mejora con riego y abono. Sin embargo, pocos son conscientes de la importancia real de la biodiversidad, ese sinfín de organismos que aparecen de forma natural en los campos y sus alrededores.

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Ficha

  • Fuente: La Revista
  • Fecha: 2020-09-27
  • Clasificación: 1.4. manzanal
  • Tipo documento: Revistas
  • Fondo: Sagardoetxea fondoa
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  • Código: NA-011578

Texto completo

Decenas de especies de aves silvestres insectívoras, como petirrojos, currucas, herrerillos y agateadores, utilizan las pumaradas como hábitat a lo largo de todo el año.

Distintas aves usan distintas estrategias para alimentarse. Así, los pequeños herrerillos se mueven con facilidad por los extremos de las ramas, capturando pulgones en los brotes tiernos y larvas de gorgojo en las flores. A la vez, los agateadores recorren las ramas y los troncos buscando gusanos de la manzana refugiados en las grietas de la corteza.

Como resultado de esta complementariedad, las pumaradas más ricas en especies de aves insectívoras albergan menos artrópodos, y sus manzanos están mejor defendidos de los insectos plaga.
Sin insectos polinizadores no hay sidra
El manzano es una planta autoestéril, las flores de un árbol solo se convierten en frutos cuando reciben el polen de otro árbol diferente.

Como el polen del manzano apenas viaja movido por el viento, los insectos son indispensables para transportarlo y fecundar las flores. Dicho de otro modo, la producción de manzana y, finalmente, la de sidra, dependen de los polinizadores.

El manzano de sidra tiene cerca de un centenar de especies de insectos polinizadores. Además de la abeja de la miel, una especie doméstica, también visitan las flores numerosas especies de abejas solitarias, abejorros y sírfidos (un tipo de díptero, pariente de las moscas).

La variedad de insectos es importante, y el cuajado de frutos mejora en aquellas pumaradas que albergan más especies de abejas silvestres.
De nuevo, los efectos positivos de la biodiversidad se basan en los roles complementarios de los distintos insectos polinizadores, que visitan las flores en distintos momentos y de formas diferentes. Por ejemplo, los sírfidos están activos desde las primeras horas de la mañana, cuando las abejas de la miel apenas trabajan. Los abejorros, aunque no son tan abundantes como las abejas de la miel, son más eficientes a la hora de acarrear el polen y depositarlo en las flores para que se produzca la fecundación.