Sagardoaren lurraldea

Testamento de José Manuel de Berra

Descripción

Sagardoetxea / investigación / caseríos de Santiagomendi / Illegorriene / Illagorrienea

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Ficha

  • Fecha: 1835-12-13
  • Clasificación: 6.1. Historia
  • Tipo documento: Documento histórico
  • Fondo: Sagardoetxea fondoa
  • Signatura: K44-2, pp. 140-141
  • Código: DO-001206

Texto completo

José Manuel de Berra, hijo legítimo de Juan Cruz Berra y Jacinta Miner, otorgó testamento a la edad de 40 años estando casado con María Luisa Zumeta y en la casa de “Yllagorrinea” estando aquejado de una grave enfermedad.

Declaraba que hacía once años que había matrimoniado con María Luisa Zumeta, previa escritura de capitulaciones matrimoniales otorgada ante el escribano Manuel José de Arsuaga . En este documento fue mejorado en el quinto y tercio por sus padres quienes, en virtud de ello, le donaron el caserío “Yllagorrinea” con sus pertenecidos y agregados. De esta unión tuvo cuatro hijos llamados Manuel, Manuela, Paula y José María de Berra y Zumeta, todos ellos menores de edad.

En virtud de ello, nombraba a su esposa María Luisa por tutora y curadora de sus bienes siempre y cuando estuviera en estado de viudedad. En caso de que se volviera a casar, nombraba por sus albaceas testamentarios a Manuel de Ansa y José Antonio de Gorrochategui.

Así bien manifestaba que cuando su hermana Manuela de Berra se casó con José Antonio de Gorrochategui, le fue pagada su legítima paterna y materna.

Así bien, era su voluntad de que hubiera constancia que su hermano Pedro María, que se había embarcado para América hacía un año y medio o dos, le había dado a cuenta de su legado 3.280 reales de vellón

Entre sus mandas testamentarias dispuso señalar una legítima de 500 ducados de vellón para sus tres hijos no mejorados en el quinto y tercio; además de ellos, para casa una de sus dos hijas estableció que se les tenía que dar un arca y cama nuevas, y a su hijo José María un vestido para cuando se casase.

Por otro lado, a fin de evitar dudas, exponía que los 2.250 reales de vellón entregados a la villa de Astigarraga para sus urgencias y que constaban en escritura pública otorgada el mes de julio del año pasado, de ellos 2.225 reales eran del escribano Miguel Francisco de Eizmendi. Por ello, esta suma así como sus réditos pertenecían a este último y no a sus herederos.

Nombraba por su heredero universal a su hijo mayor Manuel, siempre y como era de esperar fuera “un buen labrador y obediente a su madre”.