Sagardoetxea

cultura museo sagardoetxea manzana manzano

Ficha

Fuente: El Diario Vasco
Fecha: 2006-11-09
Clasificación: 3.0. Museo de la Sidra Vasca
Tipo documento: Prensa
Fondo: Sagardoetxea fondoa

Código: NA-000792

Texto completo

Lo primero daros las gracias porque entre todos hemos hecho posible que en un tiempo record, este blog sea uno de los 2 blogs destacados de El Diario Vasco. Espero que con vuestras visitas y comentarios siga por mucho tiempo. Os comenté que la Fundación Zabalegi organiza diversos cursos en horario de tarde. Uno de ellos ha sido el de "Patrones, injerto y poda de manzanos", impartidos por Aitor Etxeandía (patrones y variedades) e Iñaki (injerto y poda). En la clase de patrones, Aitor nos empezó diciendo que los frutales están compuestos de 2 partes: el patrón (la zona de las raíces y de 10 a 20 cm. de tronco) y la variedad (la que tú quieres, a través del injerto). De esta manera la variedad siempre es la misma ya que las creadas desde semilla, por reproducción sexual, darían variedades diferentes. A la hora de elegir el patrón hay que tener en cuenta: . suelo . agua . mantenimiento: poda, abodado... . relación entre variedad y patrón . sistema de plantación Hay distintos tipos de patrones, según quieras que te dé más fruta, que te la comience a dar antes, que el árbol sea más grande... Pero no todo fué clase teórica, también hicimos varias salidas, una de ellas a la Sagardoetxea de Astigarraga Aitor nos explicó cómo donde había un bosque, ahora hay plantados manzanos de distintas variedades de manzana de sidra. Nos explicó la historia de los manzanos. La mayoría han sido llevados con cepellón y plantados allí. Los de más edad, tenían un trozo de manguera a ras de tierra que estaba enterrada hacia abajo para así poder introducir mejor el agua en las raíces al principio del trasplante. Tenían también algunos patrones. Un manzano estaba plantado en un tiesto grande de madera que en un lado tenía una puerta que se puede abrir para poder ver las raíces del manzano que están protegidas por un cristal. La puerta debe estar cerrada porque la luz es perjudicial para las raíces. Tienen una de las antiguas prensas de manzanas. Nos comentó que todavía se ve la viga en las paredes de algunos caseríos Vimos cómo es posible, mediante la poda, rejuvenecer un árbol. Hicimos una parada en lo alto de la finca y nos sentamos todos para oír los comentarios de Aitor y hacerle algunas preguntas. Os pongo la foto de grupo para que veáis que variedad de "estudiantes". Y os regalo esta vista de Astigarraga desde allí. Luego entramos en el Museo de la sidra. Es un sitio muy recomendable para visitas didácticas. Todas las explicaciones están en castellano, euskera y francés (en breve tendrán también auriculares en inglés). Al principio tienen distintas botellas de sidra. Vemos el interior de la manzana (que es la parte femenina) y por dentro las pepitas que son la semilla. Más fotos del interior. Y una antigua embotelladora. Esta se debe efectuar en vasos especiales de cristal extrafino, de tal forma que se pueda echar bien la "sagardoa". En el País Vasco la "sagardoa" tiene que caer al vaso a una altura de unos 50 cm. para que salga el granillo (anhídrido carbónico endógeno) y una mejor expresión aromática. Hay que servirla en pequeñas cantidades para que pueda ser bebida de un solo trago según sea servida. De esta manera se puede apreciar en sus condiciones óptimas la "txinparta", color, aroma y sabor de la "sagardoa". La temperatura de cata es entre 10 y 12 grados. Empezamos aprendiendo a coger el vaso (con dos dedos) para no calentar la sidra. La sidra tiene que dar contra el lateral del vaso. Para el txotx hay que colocarse en fila, poniendo el vaso debajo del que está cogiendo la sidra para no desperdiciarla. La sidra puede tener diferentes tonos. Una botella de sidra se puede conservar de 1 a 3 años. Cuanto más oscura, más aguanta. También catamos mosto de sidra, licor de manzana y un orujo con manzana. Pasamos un rato muy agradable y al final nos quedamos hablando con el que nos dió la charla de la cata. Si váis ya me contaréis.