"El sector tiende a sidras de parcela y monovarietales"
Descripción
Llevo 14 años en este sector colaborando en festivales, ferias y congresos por todo el mundo. Fui cogiendo lo que más me gustaba de cada uno para combinarlo en algo especial. Llevo con la idea en la cabeza muchos años, lo que pasa que ahora se dieron las condiciones y hay apoyo de diferentes ámbitos para poder hacerlo.
Ficha
- Autor: JESSICA M. PUGA
- Fuente: El Comercio: Diario de Asturias
- Fecha: 2023-02-25
- Clasificación: 5.8. Otros
- Tipo documento: Prensa
- Fondo: Sagardoetxea fondoa »
- Código: NA-015683
Texto completo
Asturias acogerá la primera cumbre internacional sidrera en menos de un mes. Edu Vázquez la organiza. El proyecto de este lavianés de Barredos que dirige el Concurso de Sidra Internacional de País Vasco y el Concurso Internacional de Sidras Cinve de Madrid y colabora en el CiderWorld de Frankfurt ocupará diferentes espacios de la Laboral de Gijón y se extenderá a toda la región.
-¿Cómo surge la International Cider Summit Asturies?
-Llevo 14 años en este sector colaborando en festivales, ferias y congresos por todo el mundo. Fui cogiendo lo que más me gustaba de cada uno para combinarlo en algo especial. Llevo con la idea en la cabeza muchos años, lo que pasa que ahora se dieron las condiciones y hay apoyo de diferentes ámbitos para poder hacerlo.
-Certámenes sidreros ya hay, ¿qué hace a este diferente?
-En otros, las actividades van a porrillo. Lo que queremos aquí es parar para ayudar a los visitantes a reconocer las diferentes sidras que hay en el mundo. Por eso vamos a tener una sala solo para sidras de hielo y queso, otra para las de escanciar amparadas por la DOP asturiana... La gente necesita separar y entender los conceptos. Además, vamos a hacer una 'cider week' por toda Asturias para involucrar a locales que no tienen sidra en su día a día. Además de sidrerías, claro.
-¿Qué aconseja para aprovechar la experiencia?
-Que lo miren con tiempo y lo organicen, sobre todo la sala de catas, porque será fenomenal pero no va a estar abierta de continuo, solo en periodos de 75 minutos. Lo mejor es que compren la entrada con antelación porque el aforo máximo es de 150 personas. Los que reserven, se aseguran poder disfrutar de veintipico productores y probar sus propuestas de manera gratuita. Y que lo disfruten porque podrán pasar horas disfrutando de la sidra, con música, actividades para niños, comida...
-La última vez que hablamos en estas páginas, comentó que la sidra no se valora en Asturias. ¿Ha cambiado la cuestión?
Seguimos igual. Se valora porque es parte de nuestra cultura, pero está tan normalizado que no le damos más recorrido.
-¿En qué ha cambiado?
-Se ha mejorado en aquellos establecimientos donde hay sumiller o inquietud para sorprender a los clientes. Los hay que se enfocan mucho en la comida y otros donde dan el paso y se centran también en los fermentados y en conseguir una oferta más variada. En estos no hay solo sidras asturianas, también internacionales.
-La asturiana, ¿qué proyección está teniendo a nivel nacional e internacional?
-Hay picos, estamos bien, pero no como deberíamos. En los diez últimos años, hubo momentos de mucha presencia asturiana, pero, últimamente, por el covid, bajó mucho. Ahora, está recuperando el ritmo, pero cuesta. Porque para el productor asturiano la base es la sidra natural de escanciar, que se exporta relativamente mal. Habría que trabajar mucho más en otros tipos de sidra, también con base de manzana asturiana acogida a la denominación, si queremos exportar.
-¿Está bajando el consumo?
-Baja, sí. Tenemos un problema generacional. Hemos bajado del millón de habitantes, tenemos una pérdida de población increíble y el segmento de población que más puede gastar, digamos que quienes están entre veintipico y 40 años, no vive en Asturias.
-Que haya menos consumo entre los jóvenes, ¿es un problema coyuntural de Asturias?
-En Alemania también está pasando. Cada generación se entiende con una bebida y en Alemania el vino está tirando con mucha fuerza en detrimento de la cerveza. La sidra no deja de ser una cosa muy regional que está un poco estancada. Pero en otros países, en Francia, sí está subiendo. Están apareciendo muchos pequeños elaboradores que ofrecen alta calidad a precios mucho más elevados de los que estamos acostumbrados. Y están introduciéndose mucho en hostelería. Los nuevos mercados siguen viviendo su revolución; los países nórdicos siguen con una producción increíble y en los países anglosajones hay un desarrollo importante. Ahora no entras en un pub en Estados Unidos que no tenga sidra en su carta, cuando hace diez años no pasaba.
-¿Qué soluciones plantearía?
-Al cosechero, que respete los tiempos de cada variedad recogiendo cuando toca porque es mucho más fácil que hacerlo todo de golpe. Y que escuchen a los lagareros. A estos, que se especialicen, que trabajen sidras de parcela y monovarietales, que es lo que se está trabajando en todo el mundo y funciona porque abre el abanico al consumidor.
-O sea, diría que se siga el camino del vino.
-Eso es. Nuestra sidra de escanciar lo tiene más difícil pero, aún así, todavía le queda recorrido. Lo veo sobre todo en otro tipo de sidras: de hielo, brut, de mesa...