La caza de la ballena y las naos balleneras
El siglo XVI fue la época de máximo apogeo para la caza de la ballena en Terranova. El sistema empleado para su captura era muy similar al que los pescadores vascos utilizaban en el litoral cantábrico. En el proceso la nao ballenera no participaba, interviniendo únicamente las chalupas. Un grupo de ellas se acercaban al cetáceo, se posicionaban estratégicamente y comenzaban su captura.
Una vez abatido el animal, era remolcado a tierra firme. En los asentamientos previamente preparados para ello, la ballena era troceada al tiempo que se extraía su grasa en grandes piezas que eran derretidas en los hornos-cocederos. Podemos conocer las características de estos hornos-cocederos con sus tejas rojas por los restos arqueológicos encontrados en Canadá.
Una vez derretida la grasa y transformada en “saín” era refinada en unos decantadores antes de ser introducido en los toneles o barricas. Éstos finalmente eran cargados en la nao ballenera.
Cada nao ballenera solía traer de Terranova de 240 a 280 toneladas métricas de “saín”. Además de ello, traían “la pasta” o carne de ballena y sus barbas. Teniendo en cuenta el gran valor que tenían el saín en el mercado, una buena costera suponía transportar desde Terranova un cargamento de 10.000 a 1.000 ducados de valor.
Tras la firma del Tratado de Utrecht (1713) los vascos perdieron el derecho de poder pescar en Terranova.
La relación histórica de la sidra con el mar.